contador de visitas

viernes, 20 de enero de 2012

Siempre Estarás Tú de Francesco Gungui

     La scooter corre veloz por el camino, pero esta vez sé perfectamente adónde estoy yendo y también que debo darme prisa. El viento me despeina, y el sol abrasador me pega en la cabeza. Dos brazos me estrechan con fuerza la cintura. Sé adónde tengo que llegar, y esta vez la sensación es agradable.
     A veces pienso que habría que dejar que todo pase solo, que las cosas ocurran, que el destino siga su curso para ver lo que te depara. Cuando pienso en estas cosas no suelo sentirme feliz, si no, no las pensaría, simplemente sería así, continuaría con mi vida sin darme cuenta. Otras veces pienso que tienes que luchar y procurar conseguir lo que quieres con todas tus fuerzas. Pero cuando miro hacia atrás, nunca sé reconstruir lo que realmente ha pasado, averiguar las causas o razones que me han llevado a comportarme de cierta manera. Entonces vuelvo a hacer planes de futuro y siempre son dos las voces que bullen en mi cerebro: una me dice que deje que las cosas pasen; la otra, que luche. Y al final no hago ni una cosa ni otra, sigo oscilando entre las dos.
     Pero ahora he comprendido que eso es lo que vale, que así seré siempre, pues de no haberme comportado de ese modo, no me habría pasado lo que me ha pasado.
     Cuando he llegado al camping Luca ya no estaba, y en la recepción me han dicho que había pagado esa mañana y que se había marchado. He salido del camping y me he encontrado con Daniele, que iba en la scooter. Ha parado titubeante, temiendo quizá que le montara un numerito, pero yo no estaba para pensar en eso.
     - ¿Me prestas la scooter?
     - ¿Qué?
     - Que me prestes la scooter, solo esta mañana, ya puedes hacerme un favor después de la que has liado.
     - Ali, mira que...
     - No, no, no sigas, no me interesa, si puedes prestarme la scooter, fenomenal, si no, adiós.
     Por eso ahora estoy corriendo entre los olivares y los viñedos repletos de uvas. Destino: Lecce. Martina ha venido conmigo porque conoce el camino, y no solo por eso. En cuanto llego a la estación, oigo el anuncio de la salida del tren que va a Roma. Es el suyo. Corro al andén y el tren sigue ahí.
     Luca está de pie en los escalones y mira alrededor.
     - ¡Luca! -grito.
     Me oye y me mira mientras voy corriendo hacia él.
     - No te marches.
     - ¿Por qué?
     - Porque no quiero, sencillamente baja, venga. Te necesito.
     - ¿Y la historia con Martina?
     - Martina está ahí fuera, nos está esperando.
     - ¿Cómo?
     - Pues sí, anoche yo también la besé, así estamos empatados.
     - ¿Hablas en serio?
     - Totalmente, también nos hemos bañado desnudas.
     - No es verdad.
     - Es verdad, es verdad.
     - ¿Y eso? ¿De qué vais, ahora salís juntas?
     - ¡Vamos, no es para tanto! No habría venido a buscarte.
     - ¿Y por qué has venido a buscarme?
     - Porque quiero estar contigo, aunque todavía no sé bien por qué...
     - No me gusta mucho como perspectiva.
     - Bueno, tú dame una oportunidad.
     - ¿Y Martina?
     - Vivirá con nosotros, se ocupará de la casa y cuidará a nuestros hijos.
     - Vale...
     - Pero Martina ahora es lo de menos, ¡venga, baja del tren!
     - No sé si debo bajar. ¿Has dejado a Daniele?
     - No, él también está esperando fuera, se encargará de la limpieza y de sacar al perro... ¡Claro que lo he dejado!
     - Ah, vale.
     - ¿Y bien?
     - Te advierto que no pienso hacerme rastas y que este es el último verano que me ves bailar, ya me he humillado bastante.
     - ¿Algo más?
     - No me gusta la cerveza negra.
     - A mí tampoco. ¿Quieres que decidamos los nombres que pondremos a nuestros hijos?
     - No, eso lo decido yo. Una cosa, Ali, tú me conoces, yo soy... en fin, ya lo sabes, no soy siempre fácil...
     - No, pero vete a...
     - Vale, ya sé que lo sabes, así que...
     - Luca, no tenemos que casarnos, solo tienes que bajar de este puñetero tren. Me da igual qué música escuches, cómo te vistas, si bailas en las fiestas... Sencillamente me gustas tú, me gustas así.

No hay comentarios:

Publicar un comentario