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lunes, 13 de julio de 2015

Anatomía de Grey. Temporada 4.

Capítulo 1. Algo va a ocurrir.
"En la práctica de la medicina, los cambios son inevitables. Nacen nuevas técnicas de cirugía, los procedimientos quirúrgicos se actualizan y el nivel de especialización aumenta. La innovación lo es todo, nada se queda como está mucho tiempo. O nos adaptamos a los cambios, o nos quedamos atrás. 
Los cambios no nos gustan, los tememos. No podemos evitar que lleguen. O nos adaptamos al cambio, o nos quedamos atrás. Duele crecer, y quien diga que no, miente. Pero una cosa es cierta: a veces, cuanto más cambian las cosas, más permanecen como siempre. Y a veces, a veces, los cambios son buenos. A veces, los cambios representan todo."
Meredith Grey.

Capítulo 2. Amor / adicción.
"En el hospital, vemos adicciones a diario. Cuesta creer cuántas adicciones hay. Sería muy fácil si sólo hubiera drogas, alcohol y tabaco. Lo más difícil de superar una adicción es querer superarla. Nos enganchamos por un motivo, ¿no? Algunas veces, demasiadas veces, lo que empieza como algo normal en tu vida se convierte en una obsesión y, de repente, dejas de controlarlo. Buscamos la euforia: eso que logra que todo lo demás se desvanezca. 
Lo malo de las adicciones es que nunca que acaban bien. Llega un momento en el que lo que nos ponía eufóricos deja de hacerlo y empieza a doler. Dicen que no superas tu adicción hasta que tocas fondo. Pero, ¿cómo sabes que lo has tocado? Porque, por mucho que algo te duela, a veces, dejarlo, duele aún más."
Meredith Grey.

Capítulo 3. Que la verdad me hiera.
"Los médicos les damos a los pacientes muchas cosas: medicamentos, consejos... Y muchas veces, les damos toda nuestra atención. Pero lo más difícil de darle a un paciente es la verdad. La verdad es dura, la verdad es incómoda, y a menudo, la verdad duele. La gente dice que quiere saber la verdad, pero, ¿es cierto?
La verdad es dolorosa. En el fondo, no queremos conocerla, sobre todo, cuando sabemos que nos afectará. A veces, decimos la verdad porque es lo único que podemos ofrecer. A veces, decimos la verdad porque necesitamos decirla en voz alta para poder oírla. Otras veces la contamos porque no podemos aguantarnos. Y otras, la contamos porque a alguien le debemos al menos eso."
Meredith Grey.

Capítulo 4. El corazón de la materia.
"En la vida, sólo hay algo seguro, aparte de la muerte y los impuestos: por mucho que te esfuerces, por buenas que sean tus intenciones, cometerás errores. Harás daño, te lo harán a ti, y si quieres recuperarte, sólo puedes decir una cosa.
Perdonar y olvidar, es lo que dicen. Es un buen consejo, pero no es muy práctico. Cuando alguien nos hiere, deseamos herirle. Cuando alguien nos trata mal, queremos tener razón. Sin perdón, las cosas pendientes no se saldan, las viejas heridas no cicatrizan. Lo máximo que podemos esperar es que algún día tengamos la suerte de olvidar."
Meredith Grey.

Capítulo 5. Persiguiéndote todos los días.
"Hay una razón por la que los cirujanos aprendemos a usar el bisturí. Nos gusta fingir que somos científicos y fríos, fingir que no tenemos miedo. Pero lo cierto es que acabamos siendo cirujanos porque en algún lugar en nuestro interior creemos que podemos extirpar aquello que nos persigue: la debilidad, la fragilidad, la muerte.
No somos sólo los cirujanos. No conozco a nadie a quien no le persiga algo, o alguien. Aunque intentemos rebanar el dolor con un bisturí o meterlo en un armario, solemos fracasar. El único modo de sacudirse las telarañas es pasar página. O dejar que una vieja historia descanse. Darle descanso, por fin."
Meredith Grey.

Capítulo 6. Lucha Kung fu.
"Los cirujanos tenemos algo en común, quizá es por orgullo o por querer hacernos los fuertes, pero un cirujano no reconoce que necesita ayuda si no es absolutamente necesario. Los cirujanos no necesitamos pedir ayuda porque somos muy fuertes, somos vaqueros duros de pelar que se comen el mundo. O eso queremos que piensen. 
Todos deseamos creer que podemos comernos el mundo, pero no basta con ser duro. Debemos aceptarnos. A veces, debes permitirte no ser fuerte por un día. No hay que intentar comerse el mundo a todas horas, no pasa nada por bajar la guardia. Hay momentos en los que es lo mejor que puedes hacer. Siempre que los elijas con inteligencia."
Meredith Grey.

Capítulo 7. Atracción física, reacción química.
"Antes de ser médicos fuimos estudiantes de medicina. Pasamos muchas horas estudiando química. Química orgánica, bioquímica... Lo aprendimos todo. Pero si hablamos de química humana, sólo importa una cosa: o existe, o no. 
Química: o existe, o no."
Meredith Grey.

Capítulo 8. Eternamente jóvenes.
"En la vida, llega un momento en el que te conviertes en adulto: tienes edad para votar, para beber, y para otras cosas de adultos. De pronto, esperan que seas responsable, serio, adulto. Crecemos, nos hacemos mayores, pero, ¿alguna vez somos adultos del todo?
En ciertos aspectos, crecemos: creamos una familia, nos casamos, nos divorciamos. En general, seguimos con los mismos problemas que cuando teníamos quince años. Por mucho que crezcamos y nos hagamos mayores, seguimos tropezando. Siempre dudando. Eternamente jóvenes."
Meredith Grey.

Capítulo 9. Estréllate contra mí (Parte I).
"Nos dedicamos a la medicina para salvar vidas. Nos dedicamos a la medicina para hacer el bien. Nos dedicamos a la medicina por la adrenalina, por la emoción, por la euforia. A menudo, lo que recordamos al acabar el día son las pérdidas. Lo que no nos deja dormir por las noches es el dolor que causamos o no pudimos curar, las vidas que no pudimos salvar. La experiencia en el ejercicio de la medicina casi nunca se acerca al objetivo buscado. La experiencia, a menudo, desafía a la lógica y todo acaba patas arriba."
Meredith Grey.

Capítulo 10. Estréllate contra mí (Parte II).
"Al final del día, el ejercicio de la medicina se parece poco a lo que soñamos. Nos dedicamos a la medicina para salvar vidas. Nos dedicamos a la medicina para hacer el bien. Nos dedicamos a la medicina por la adrenalina, por la emoción, por la euforia. Pero, a menudo, lo que recordamos al acabar el día son las pérdidas. Lo que no nos deja dormir es el dolor que causamos, las enfermedades que no pudimos curar, las vidas que destrozamos o no pudimos salvar. Al acabar el día, la realidad no tiene nada que ver con lo que esperábamos. La realidad, al acabar el día, muchas veces desafía a la lógica y todo acaba patas arriba.
Hay días en los que el mundo parece estar al revés. De pronto, cuando menos te lo esperas, el mundo vuelve a su lugar."
Meredith Grey.

Capítulo 11. Posa tus manos sobre mí.
"En el principio, Dios creó el cielo y la tierra, al menos eso dicen. Creó los pájaros y las bestias. Contempló su creación y vio que le gustaba, y luego creó al hombre. Desde entonces, todo va de mal en peor. La Biblia continúa diciendo que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, pero no hay muchas pruebas. Dios creó el sol, la luna y las estrellas, y los hombres sólo crean problemas. Cuando el hombre tiene problemas, que es casi siempre, recurre a algo más grande que él, al amor o a la religión, para que todo cobre sentido. Pero para un cirujano, lo único que tiene sentido es la medicina.
Los médicos sabemos hoy más del cuerpo humano que en cualquier momento de la Historia. Pero el milagro de la vida en sí, por qué vivimos y morimos, por qué hacemos daño o nos lo hacen, aún es un misterio. Queremos saber el motivo, la respuesta en la contraportada del libro. Porque pensar que estamos aquí totalmente solos es muy difícil de soportar. Al acabar el día, el hecho de que ayudemos a los demás, pese a nuestras diferencias, sin importar en qué creamos, es motivo suficiente para no perder la fe."
Miranda Bailey.

Capítulo 12. Desde el instinto.
"Nos gusta creer que somos seres racionales, humanos, conscientes, civilizados, considerados. Pero cuando la vida se complica, aunque sólo sea un poco, la evidencia salta a la vista: no somos mejores que los animales. Tenemos pulgares prensiles, pensamos, caminamos erguidos, hablamos, y soñamos. Pero lo más profundo de nosotros sigue en los fangos primigenios, mordiendo, arañando, viviendo en un mundo oscuro, como los sapos y los perezosos.
Hay un animal dentro de todos nosotros, y quizá eso sea bueno. Nuestro instinto animal nos impele a buscar el calor, la compañía de la manada. Quizá nos sintamos enjaulados, o quizá atrapados. Aun así podemos hallar algún modo de sentirnos libres. Somos los cuidadores de los demás, somos los guardianes de nuestra humanidad. Y aunque hay una bestia dentro de todos nosotros, lo que nos diferencia de los animales es que podemos pensar, sentir, soñar y amar. Y contra todo pronóstico, pese a nuestro instinto, evolucionamos."
Meredith Grey.

Capítulo 13. Un pedazo de mi corazón.
"Los grandes cirujanos no se hacen, nacen. Necesitan gestación, incubación y sacrificio, mucho sacrificio. Pero después de lavarte la sangre y los restos de entrañas, el cirujano en el que te conviertes te hace olvidarlo todo.
Quizá dar a luz sea tan intenso y mágico como dicen, aunque el acto en sí no es precisamente agradable. Pero también es el comienzo de algo increíble, de algo nuevo, de algo impredecible, de algo verdadero, de algo a lo que merece la pena amar, de algo a lo que merece la pena echar de menos, de algo que te cambia la vida para siempre."
Meredith Grey.

Capítulo 14. Lo apropiado.
"Hay una persona en mi cabeza, que es brillante, capaz, capaz de hacer traqueotomías y craneotomías, de resolver una emergencia sin perder los nervios. Es una gran cirujana, quizá incluso fabulosa. Soy yo, sólo que mucho mejor que yo. 
Había sido un buen día, incluso un día fantástico. Había sido una gran médica. Pese a lo difícil que me había resultado, yo era la persona de mi cabeza. Durante un momento pensé que no podría hacerlo, que no podría hacerlo sola. Pero cerré los ojos y me imaginé haciéndolo, y lo hice. Vencí mis miedos y lo hice."
Meredith Grey.

Capítulo 15. Perdiendo la cabeza.
"El problema de ser residente es que crees que estás loco: llevas una eternidad sin dormir, te pasas el día rodeado de personas en crisis, pierdes la capacidad para saber qué es normal. Qué es normal en ti o en los demás, y sin embargo, no paran de pedirte que les digas cómo están: ¿cómo coño vas a saberlo? Si no sabes ni cómo estás tú.
Es normal que la gente pierda la cabeza, lo raro es que no lo haga. Sabiendo que podemos perderlo todo en un día, en un instante. La pregunta es, ¿qué es eso que hace que sigamos?"
Meredith Grey.

Capítulo 16. Libertad (Parte I).
"Mi madre decía que para los cirujanos  un día sin una muerte es un regalo poco habitual. Todos los días nos enfrentamos a la muerte y perdemos vidas. Y todos los días esperamos que se retrase la ejecución. Estamos atados a la muerte, encadenados, como prisioneros, cautivos."
Meredith Grey.

Anatomía de Grey. Temporada 3.

Capítulo 1. Ha llegado la hora.
"En el quirófano, el tiempo pierde significado. Entre las suturas y salvar vidas, la hora deja de importar: quince minutos, quince horas. En el quirófano, los mejores cirujanos consiguen que el tiempo vuele. Sin embargo, fuera del quirófano, el tiempo disfruta haciéndonos la vida imposible. Puede hasta con quien parece más fuerte. Va más despacio y sobrevuela nuestras cabezas, hasta que se congela, dejándonos atrapados en un instante, incapaces de movernos en una dirección o en otra.
El tiempo vuela. El tiempo no espera a nadie. El tiempo cura todas las heridas. Todos queremos más tiempo. Tiempo para levantarnos, tiempo para crecer, tiempo para dejar que pase. Tiempo..."
Meredith Grey. 

Capítulo 2. Soy un árbol.
"Los catorce mil millones de neuronas que tiene nuestro cerebro se mueven a una velocidad de setecientos kilómetros por hora. La mayor parte del tiempo no podemos controlarlas: cuando nos da un escalofrío, cuando se nos eriza la piel, cuando nos excitamos, la adrenalina. El cuerpo sigue sus impulsos de forma natural. Algo que tiene mucho que ver con por qué nos cuesta tanto controlar los nuestros. A veces tenemos impulsos que preferimos no controlar. Aunque nos arrepintamos de no haberlo hecho.
Nuestro cuerpo es esclavo de nuestros impulsos. Pero lo que nos hace humanos, es lo que controlamos. Tras la tormenta, tras el arrebato, cuando la niebla se disipa, podemos arreglar el desastre que hemos causado. Podemos dejar atrás el pasado. Pero, de pronto..."
Meredith Grey.

Capítulo 3. Fantasías pasajeras.
"Los cirujanos fantaseamos con operaciones complicadas e inverosímiles. Alguien se desmaya en un restaurante y le abrimos con el cuchillo de postre o le reemplazamos una válvula con una zanahoria. Pero, de vez en cuando, tenemos otras fantasías. Casi todas nuestras fantasías se desvanecen al despertarnos y quedan desterradas en lo más profundo de la mente. Aunque, a veces, si nos esforzamos, podemos vivir ese sueño.
La fantasía es sencilla. El placer está bien. Y a dos bandas es mejor. El dolor es malo. Y no sentir dolor es mejor. Pero la realidad es diferente. El dolor existe porque quiere decirnos algo. Y si es posible disfrutar sin acabar con dolor de estómago, quizá esté bien. Quizá algunas fantasías sólo deban existir en sueños."
Meredith Grey.

Capítulo 4. Lo que soy.
"Llega un momento durante la residencia en el que los internos van comprendiendo quiénes son como médicos y en qué clase de cirujanos quieren convertirse. Si les preguntas, te lo dirán: quieren ser cirujanos generales, cirujanos ortopédicos, neurocirujanos... Distinciones que apenas describen su área de especialización. Definen quienes son, porque fuera del quirófano, no es que los cirujanos no sepan quiénes son, es que temen averiguarlo."
Meredith Grey.

Capítulo 5. Oh... la culpa.
"Lo primero: no hacer daño. Como médicos, debemos hacer este juramento. Pero el dolor sobreviene, y después la culpa. Y no hay juramento que valga para eso. La culpa nunca llega sola, trae compañía: la duda y la inseguridad.
Lo primero: no hacer daño. Más fácil de decir que de hacer. Podemos hacer todos los juramentos del mundo, pero la mayoría de nosotros hace daño continuamente. A veces, aunque tratemos de ayudar, hacemos más daño. Y de pronto, la culpa asoma la cabeza. ¿Qué hacer cuando la culpa depende de ti? Debemos tomar una decisión: o dejamos que la culpa nos lleve a hacer lo que nos trajo problemas, o aprendemos de la culpa y nos esforzamos por superarlo."
Meredith Grey.

Capítulo 6. Deja que los ángeles se suiciden.
"Lograrlo, conseguir de verdad, ser cirujano requiere la máxima entrega. Debemos desear coger un bisturí y hacer una incisión que puede ser o no más perjudicial que beneficiosa. Todo se reduce a entregarse. Si no lo hacemos, no deberíamos ni siquiera coger el bisturí.
Hay momentos en los que hasta a los mejores les cuesta entregarse. A veces nos sorprende que en muchas ocasiones nos permitamos renunciar a la entrega. Entregarse es complicado. Y otras veces nos sorprende lo profundamente que nos hemos entregado. Porque entregarse de verdad requiere esfuerzo, y sacrificio. Y por ello, a veces, aprendemos del modo más duro, que hay que sopesar muy bien nuestra entrega."
Meredith Grey.

Capítulo 7. Donde deben estar los chicos.
"A los cirujanos nos enseñan a buscar enfermedades. A veces es fácil detectar el problema. Casi siempre hay que ir paso a paso. Primero, explorando la superficie, buscando los síntomas. Un bulto, una lesión, o un tumor. Casi nunca podemos averiguar lo que le pasa a alguien con sólo mirarlo. Porque por muy buen aspecto que tenga el exterior, quizá el interior esconda una historia muy diferente.
No todas las heridas son superficiales. Casi todas las heridas son más profundas de lo que pensamos, no se ven a primera vista. Y luego están las heridas que nos cogen por sorpresa. El truco está en hurgar en la herida hasta encontrar la verdadera causa del dolor. Y cuando la encuentras, hay que dejarse la piel hasta curarlo."
Meredith Grey.

Capítulo 8. Mirando al sol.
"Poca gente sabe que el ojo humano tiene un ángulo muerto en su campo de visión. Hay una parte del mundo ante la que somos literalmente ciegos. El problema está en que a veces el ángulo muerto nos oculta cosas que no deberíamos ignorar. A veces, los ángulos muertos nos permiten ser alegres. 
En el caso de los ángulos muertos, quizá nuestro cerebro no se equivoca, quizá esté protegiéndonos."
Meredith Grey.

Capítulo 9. De un susurro.
"Los médicos conocemos los secretos de todo el mundo: sus historias clínicas, sus experiencias sexuales. Información tan esencial para un cirujano como un bisturí, e igual de peligrosa. Guardamos secretos, es necesario, pero no se pueden guardar todos los secretos.
A veces, la traición es inevitable. Cuando nuestros cuerpos nos traicionan, la cirugía suele ser la clave para recuperarnos. Cuando nos traicionamos entre nosotros, el camino para recuperarnos no está tan claro. Hacemos lo que haga falta para volver a ganarnos la confianza perdida. Pero algunas heridas, algunas traiciones son tan hondas, tan profundas, que no hay forma de reparar lo que se ha perdido. Cuando eso ocurre, sólo nos queda esperar."
Meredith Grey.

Capítulo 10. No te quedes tan cerca de mí.
"Cuando acaba el día, lo que todos deseamos es tener a alguien cerca. Guardar las distancias y fingir que no te preocupan los demás no es más que una sarta de mentiras. Elegimos a las personas que queremos que estén cerca. Y cuando las hemos elegido, nos quedamos junto a ellas. Aunque les hagamos daño. La gente que se queda contigo cuando el día llega a su fin es la que merece la pena conservar, aunque a veces cerca es demasiado cerca. Sin embargo, a veces, la invasión de tu espacio personal es lo que necesitas."
Meredith Grey.

Capítulo 13. Grandes esperanzas.
"Nadie cree que su vida acabará siendo de lo más normal. Todos pensamos que será fantástica. Desde que decidimos ser cirujanos, tenemos grandes esperanzas: esperamos hallar avances, ayudar a la gente, marcar la diferencias. Tenemos grandes esperanzas sobre quiénes seremos, y luego llegamos hasta aquí.
Todos creemos que nos irá bien, y nos sentimos decepcionados cuando no se cumplen nuestras expectativas. Pero a veces nuestras esperanzas se frustran. A veces, lo que esperas es peor si lo comparas con lo inesperado. La razón por la que nos aferramos a nuestras esperanzas es que lo que esperamos es lo que nos mantiene vivos, en pie, esperando. Esperar es sólo el comienzo. Lo inesperado es lo que cambia nuestras vidas."
Meredith Grey.

Capítulo 14. Deseos y esperanzas.
"Los cirujanos vivimos en un mundo de panoramas desalentadores. Procuramos no esperar que las cosas acaben bien porque acaban mal en demasiadas ocasiones. Pero, de cuando en cuando, sucede algo extraordinario. Súbitamente parece posible que haya esperanzas. De cuando en cuando, ocurre algo asombroso. Y a pesar de lo que nos dicta la razón, recuperamos la esperanza.
Los médicos estamos entrenados para ofrecer a los pacientes sólo los hechos. Pero lo que ellos quieren saber es: ¿Desaparecerá el dolor? ¿Me encontraré mejor? ¿Estoy curado? Lo que nuestros pacientes quieren saber es: ¿Hay esperanzas? Inevitablemente, a veces, te enfrentas a un panorama desalentador. Cuando el cuerpo de un paciente le traiciona y la ciencia le ha fallado, cuando el panorama más desalentador se hace realidad, sólo nos queda aferrarnos a la esperanza."
Meredith Grey.

Capítulo 15. Caminando sobre el agua.
"En la ciencia, se dan las desapariciones. Las enfermedades se desvanecen, los tumores huyen. Abrimos a alguien y descubrimos que ya no tiene cáncer. No tiene explicación, ocurre pocas veces, pero sucede. Lo llamamos diagnóstico erróneo. Decimos que no lo habíamos detectado. Cualquier explicación, menos la verdad. La vida está llena de desapariciones. Si algo que no sabíamos que teníamos desaparece, ¿ya no existe?"
Meredith Grey.

Capítulo 16. Ahogándose en tierra firme.
"Las desapariciones suceden, los dolores se van, la sangre deja de fluir, y la gente se desvanece. Tengo más que decir, mucho más. Pero he desaparecido."  
Meredith Grey.

Capítulo 17. Una especie de milagro.
"Hay milagros médicos. Al rendir culto al altar de la ciencia, no nos gusta creer en los milagros. Pero existen, suceden. No podemos explicarlos ni controlarlos, pero están ahí. Hay milagros en la medicina, ocurren a diario, aunque no siempre cuando más los necesitas.
Cuando un día así termina, un día en el que se han atendido muchas oraciones y otras no. Pensamos que existen milagros, traspasamos el abismo con la mano, y a veces, contra todo pronóstico, contra toda lógica, tocamos a quien queremos."
Meredith Grey.


"Creo que creer que sobreviviremos 
es lo que nos hará sobrevivir."
Isobel 'Izzie' Stevens.


Capítulo 18. Cicatrices y recuerdos.
"Tenemos cicatrices en los lugares más insospechados, como si fueran mapas secretos de nuestra historia personal, vestigios de nuevas heridas. Algunas heridas se cierran dejándonos sólo una cicatriz, pero otras no. Algunas cicatrices las llevamos a todas partes, y aunque la herida cierre, el dolor persiste. 
¿Cuáles son peores: las nuevas heridas terriblemente dolorosas o las viejas que debieron cerrarse hace años pero no lo hicieron? Quizá las viejas heridas nos enseñan algo, nos recuerdan donde hemos estado y lo que hemos superado. Nos enseñan qué debemos evitar en el futuro, o eso creemos. Aunque en realidad no es así, hay cosas que debemos aprender una y otra vez."
Meredith Grey.

Capítulo 19. Mi error favorito.
"Los cirujanos siempre tienen un plan: donde cortar, donde poner el clamp, donde coser. Pero hasta en los mejores planes surgen complicaciones, las cosas pueden ir mal y te dejan en bragas.
Los planes no cuentan con lo inesperado y cuando algo no sale como pensábamos, en el quirófano, o en la vida, debemos improvisar. Aunque a algunos se les da mejor que a otros. Algunos tenemos que acudir al plan B, y aprovecharlo al máximo. A veces, lo que queremos es lo que necesitamos. Pero otras veces, lo que necesitamos es un plan nuevo."
Meredith Grey.

Capítulo 20. Una y otra vez.
"El historial de un paciente es tan importante como sus síntomas. Nos ayuda a decidir si su acidez de estómago es un ataque al corazón, o si una jaqueca es un tumor. A veces los pacientes intentan reescribir sus historiales. Niegan que fuman u olvidan mencionar ciertas drogas: detalles que en una operación pueden equivaler al beso de la muerte. Podemos ignorarlo cuanto queramos, pero nuestro pasado acaba por reaparecer para perseguirnos.
Hay gente que cree que sin un pasado nuestras vidas no son nada. Llegado el momento todos debemos decidir. ¿Recurrimos a lo que sabemos? ¿O damos un paso hacia algo nuevo? Es difícil que el pasado no te persiga. Nuestra historia es la que nos determina, la que nos guía. Nuestra historia resurge una y otra vez. Así que debemos recordar que a veces la historia más importante es la que construimos."
Meredith Grey.

Capítulo 21. Deseo.
"Como internos sabemos lo que queremos: llegar a ser cirujanos, y hacemos lo que sea por conseguirlo. Examinarnos, trabajar 100 horas semanales, estar de pie durante horas... Lo que nos pidan, lo hacemos. Lo peor es reconciliar nuestra gran ambición, ser cirujanos, con las demás cosas que queremos. 
A menudo, lo que más queremos es lo único que no podemos tener. El deseo nos rompe el corazón, nos extenúa. El deseo puede destruir nuestra vida. Pero aunque desear algo puede ser muy duro, los que más sufren son quienes no saben lo que quieren."
Meredith Grey.

Capítulo 22. El otro lado de esta vida (Parte I).
"El sueño es alcanzar la felicidad cuando cumplamos nuestros objetivos. Encontrar nuestra media naranja y acabar el período de interinidad es nuestro sueño. Y cuando lo logramos, como somos humanos, nos ponemos a soñar con otra cosa. Porque si éste es el sueño, nos gustaría despertarnos. Ya, por favor."
Meredith Grey.

Capítulo 23. El otro lado de esta vida (Parte II).
"Llega un momento en el que aceptamos que el sueño se ha convertido en una pesadilla. Nos decimos que la realidad es mejor. Nos convencemos de que es mejor que el sueño. Pero los más fuertes, los más decididos, nos aferramos a ese sueño. O nos encontramos con un nuevo sueño que no esperábamos. Nos despertamos y nos sentimos, contra todo pronóstico, llenos de esperanza. Y con un poco de suerte, nos damos cuenta de que pase lo que pase, sea como sea nuestra vida, el verdadero sueño es ser capaz de soñar."
Meredith Grey.

Capítulo 24. Probando 1, 2, 3.
"La formación de un cirujano no acaba nunca. Cada paciente, cada síntoma, cada operación es un examen, una oportunidad para demostrar cuánto sabemos y cuánto nos queda por aprender."
Meredith Grey.

Capítulo 25. ¿No lo teníamos casi todo?
"Ser jefe de cirugía es una gran responsabilidad. Cada uno de los pacientes de cirugía del hospital es tu paciente, seas tú quien los opere o no. El bisturí eres tú. Debes mirar a los ojos a la familia, y decirles que tu equipo ha hecho todo lo necesario para salvar a su hijo, a su marido, a su mujer. Te absorbe, te ocupas de las familias de otras personas. La responsabilidad te lleva a ocuparte de otros y de sus familias, y sacrificas la tuya propia."
Richard Webber.