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domingo, 11 de diciembre de 2011

ELLA* = Quien Me Da Aliento Para Seguir Adelante

Siempre cuando estoy triste y de bajona pienso en ELLA*, pienso en que tengo que seguir hacia adelante y en sus frases, esas frase tan significativas para mí. "Davinia, en la vida siempre hay altibajos, a veces, estamos arriba y otras abajo, no lo podemos evitar", "Venga no sigas llorando, vete al baño y lávate la cara, que las mujeres debemos estar presentables siempre"... Esas preocupaciones cuando íbamos al médico, muchas veces por simples revisiones. Esa sonrisa, SIEMPRE, esa sonrisa inexplicable hasta en los peores momentos. Ese tarareo incesante de cualquier canción conocida o desconocida por los pasillos. Esa manía de cuidarse tanto físicamente y de ir siempre bien arreglada y presentable. Esa risa que escucho lejos, muy lejos, a kilómetros de aquí. Su cara, no logro recordar su cara, su rostro se me olvida por momentos igual que el timbre de su voz, esa voz frágil, pero a la vez capaz de hacer callar y compreder a veinticinco niños y niñas.
No sé por qué tengo tanto reparo en preguntar que soy para ustedes y qué fui para ella. Me siento tan cerca pero, a la vez, tan lejos. Me gustaría descolgar el teléfono y llamarlas, pero sé que es demasiado tarde y tengo casi toda la seguridad de que no están en la isla. Me gustaría quedar con ellas y hablar horas y horas, ver fotos y calificaciones, dar un paseo si hiciera falta. Me gustaría conservar una fotografía suya o de las tres, su letra en un papel donde ella haya escrito un tiempo atrás, quizá algún objeto personal suyo sería mucho pedir.

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