Capítulo 1. Sellar nuestro destino.
"Cuando te conviertes en interno, hay una ceremonia en la que te entregan una bata blanca. Como por arte de magia, eres médico. Mis padres fueron a la mía, es como si los estuviera viendo, felices, orgullosos. Dicen que tu vida pasa frente a tus ojos justo antes de morir: los momentos importantes, los que te pusieron a prueba, los que hicieron de ti quien eres. No sé si mi vida pasó frente a mis ojos, pensaba en mi bata blanca y en lo contento que estaba de llevarla. En aquel momento, empezó mi vida. Parece oportuno llevarla cuando acabe.
El médico se pone su bata blanca para salvar vidas y desafiar a la muerte, pero en cuanto se la quita, es vulnerable como todos los demás, humano. Todos morimos y no podemos influir mucho en el cómo o en el cuándo. Pero sí podemos decidir cómo queremos vivir. Hacedlo. Decidid. ¿Es ésta la vida que queréis vivir? ¿Es la persona a la que queréis amar? ¿Es lo máximo que puedes dar? ¿Puedes ser más fuerte? ¿Más amable? ¿Más compasivo? Decide: inspira, exhala, y decide."
Richard Webber.
Capítulo 2. Te quiero junto a mí.
"La espera puede matarte. Tomas una decisión y luego el mundo tiene que girar. Llegan las consecuencias y no están en tu mano, sólo algo parece claro en esos momentos en los que aguardas: lo que decidiste estuvo mal.
Queremos sobrevivir al temporal, rezamos: 'Por favor, Dios, llévame al otro lado'. Pero nunca imaginamos cómo será cuando lleguemos. Y si cuando amaine la tormenta, no queda nada. Decía que podía con todo, me equivocaba, como en tantas cosas. Pero tenía razón en una cosa, en elegirla a ella."
Richard Webber.
Capítulo 3. Todos claman piedad.
"Se cogen de las manos y a la de tres intentan machacar los dedos del otro. Aguantas todo lo posible o, al menos, más que el otro. El juego no acaba hasta que uno dice: 'Para', se rinde y clama piedad. No es un juego divertido.
En el juego de la piedad, cuando un niño grita, el otro escucha, y el dolor para. ¿No querrías que fuera tan fácil ahora? Ya no es un juego, ya no somos niños. Puedes clamar piedad cuanto quieras, pero nadie te escucha. Sólo estás tú gritando en el vacío."
Meredith Grey.
Capítulo 4. Ponte tus mejores galas.
"Como te dirá cualquiera a quien le hayan quitado las dos amígdalas, la cirugía no es barata. Se necesita mucho dinero para mantener abierto un hospital, y cuando los fondos se agotan, es nuestra obligación recaudar más. Eso significa que... Mierda, perdón... Veo muchos programas infantiles últimamente, ya os hacéis una idea."
Meredith Grey.
Capítulo 5. Seguro que te escoció.
"El primer día de clase en la Facultad aprendí: 'Piénsatelo muy bien antes de convertirte en cirujano: requiere un compromiso total'. Cada vez que entras en un quirófano tienes que darlo todo. Cuando los pacientes están sobre la mesa a tu merced, deben saber que cuando haces el primer corte, sabes lo que haces. Ninguna otra especialidad requiere ese tiempo, esa concentración, ni esa dedicación, salvo tal vez ser madre.
Y si pierdes la concentración y no puedes entregarte al máximo, ¿ya no te quedará nada? Quizás sólo debas buscar un camino diferente. Eso es lo terrible, ¿y si no puedes darlo todo? Quizás tengas que volver al principio y volver a empezar de cero."
Meredith Grey.
Capítulo 6. Un mapa de ti.
"Los investigadores están tratando de crear un mapa del cerebro humano. Podría ser el mapa más complejo que se haya creado. Miles de millones de neuronas formando conexiones. A primera vista, parecen aleatorias, pero nada más lejos de la realidad. Todas las conexiones tienen que existir en un patrón específico, están diseñadas para cada función. Estas conexiones condicionan lo que somos, lo que nos gusta, lo que no, lo que decimos, lo que hacemos.
Apenas empezamos a conocer el alcance de las conexiones cerebrales, hasta donde llega su profundidad. Sabemos que todas las conexiones son importantes, todas son cruciales. Cuando una se interrumpe, generalmente, hay algún daño. El sistema de conexiones nos impulsa a actuar, elegir y comportarnos, a veces, contra nuestra voluntad. Pero no es aleatorio, es el mapa de quienes somos. Para saber cómo funcionan nuestras conexiones y para que las piezas encajen."
Derek Shepherd.
Capítulo 7. Thriller.
"Cada Halloween toca decidir qué disfraz vamos a ponernos: uno sexi, o quizá uno tenebroso, o puedes ir de superhéroe, que es lo que intento ser este año.
Halloween no es apto para cardíacos, hay una sorpresa en cada esquina. Algunas sorpresas son buenas, y otras sorpresas son malas. Lo importante es no dejar que el miedo por la sorpresa te impida disfrazarte e ir a casa de los vecinos a preguntar. Así que, ¿qué será: susto o chuche?"
Meredith Grey.
Capítulo 8. Dos contra uno.
"Glioma, fibroma, blastoma... Sea cual sea el tumor, la gente que lo abordas de la misma manera: encuentras su escondrijo, abres al paciente, y lo sacas de raíz. Pero no sólo luchas contra ese tumor: es una guerra contra mil millones de células.
¿Cómo salir airoso cuando son mil millones contra uno? Te mantienes firme, sigues forzándote más allá de todo límite, y no aceptas la rendición. Pero la cruda realidad es que, por mucho que te esfuerces y luches por no perder el control, a la hora de la verdad estás en inferioridad de condiciones."
Meredith Grey.
Capítulo 9. 'Lo siento' parecen las palabras más difíciles de decir.
"Los médicos no se equivocan a propósito. Si te equivocas, las consecuencias son impredecibles. No es que lo hagamos adrede, ni que queramos hacer daño, pero a veces nos pasa: nos equivocamos. Y cuando lo hacemos, lo sentimos. Pero no importa lo que sientas, ya es igual porque ninguna disculpa importa.
Todos hemos hecho cosas de las que no nos enorgullecemos, y lo entiendo, nadie es perfecto. Pero, ¿cómo puedes vivir con ello? ¿Cómo puedes levantarte y enfrentarte al mundo sabiendo que pudiste hacerlo mejor, que debiste hacerlo mejor? ¿Basta con sentirlo? ¿Puede una disculpa cerrar nuestras heridas? ¿Aliviar el dolor? ¿Puede paliar el dolor que causamos?"
Caliophe 'Callie' Torres.
Capítulo 10. Alguien a quien conocía.
"El cuerpo es una masa muy compleja de sistemas que interaccionan entre sí. La gente suele pensar que los médicos tienen todo claro. Pero no siempre es fácil distinguir un leve fallo en el sistema de un desastre médico. Eso lo aprendemos el primer año de residencia, y pasamos el resto de la carrera como si no lo supiéramos.
Sólo es un resfriado, hay que aguantar, se pasará. En realidad, no es nada. Somos médicos, lo sabríamos si pasara algo. No nos pasará nada, no hay problemas."
Meredith Grey.
Capítulo 11. Hombre en la Luna.
"Cada médico tiene su oscuro secreto, todos somos unos friquis competitivos de la ciencia. En el colegio, hacíamos los mejores volcanes, de esos que escupían lava de verdad. En el instituto, nos pasábamos horas con los laberintos de ratones para poder revolucionar la medicina y transformarla para siempre.
A veces, la clave para avanzar es saber qué primer paso hay que dar: ahí empieza el viaje. Esperas que todo se arregle y perseveras un día y otro día. Aunque estés cansado y quieras abandonar, no lo haces porque eres un pionero. Pero nadie dijo nunca que fuera fácil."
Meredith Grey.
Capítulo 12. Despierta, levántate.
"El fracaso es ineludible. A todos los científicos les han dicho que no, una y otra vez. Pero nos acordamos de los que nos cambiaron la vida: los Curie, los Saik, los Bartman... Son los que no aceptaban un 'no' por respuesta.
El fracaso es inevitable, ineludible. No debe tener la última palabra. Debes aferrarte a lo que quieres. No debes aceptar un 'no' por respuesta y aceptar lo que venga. No cedas, no te rindas. Levántate, levántate y ve a por ello."
Meredith Grey.
Capítulo 13. Retráctate.
"Todos los días, los cirujanos toman decisiones que pueden acabar de dos formas: o muy bien, o muy, muy, muy mal. El problema es que las decisiones afortunadas y las desafortunadas parecen iguales cuando las tomas.
Al mirar atrás, es fácil ver dónde nos equivocamos y arrepentirnos de una decisión que parecía una buena idea. Si pensamos con la cabeza y escuchamos a nuestro corazón, es probable que veamos que decidimos bien y evitamos el peor de los remordimientos: el remordimiento por haber dejado pasar algo maravilloso."
Meredith Grey.
Capítulo 14. Tienes que esconder tu amor.
"El cáncer es un matón biológico: siempre buscando pelea, te ataca por sorpresa, espera a que el cuerpo se sienta a salvo, se sienta sano y fuerte. Sólo entonces el cáncer hará su aparición y empezará a crecer. Al cuerpo le pilla desprevenido: el cáncer es el maestro de las sorpresas.
Puedes esconderte de un matón, pero no de por vida. Sólo hay un modo de ganarle: plantándole cara. Si tienes la suerte de salir con vida, tómate un momento para celebrarlo. Y después, vuelve a ponerte en guardia para luchar contra el siguiente."
Meredith Grey.
Capítulo 15. Tirándolo todo.
"Nuestro coxis antes era una cola, y el vértice rosado del extremo del ojo era un tercer párpado. El apéndice antes nos ayudaba a digerir la comida, ahora no tiene función. La historia de nuestra evolución es la historia de lo que dejamos atrás, de lo que desechamos. Nuestro cuerpo conserva lo indispensable: cuando ya no necesitamos algo, lo descartamos, lo dejamos ir.
¿Por qué te sientes tan bien cuando te deshaces de algo, cuando te quitas un peso de encima? Quizá ser consciente de lo poco que necesitamos para sobrevivir nos ayude a entender lo fuerte que somos, a quedarnos sólo con lo necesario, a aferrarnos a lo imprescindible, a lo que necesitamos; no sólo para sobrevivir, sino para crecer."
Meredith Grey.
Capítulo 16. Sólo para arrepentidos.
"En el parto hay una fase, la más dura, se llama fase de transición. Cuando has estado empujando tan fuerte y tanto tiempo que estás exhausta, pero no ves el resultado de tu esfuerzo. Durante la fase de transición, crees que ya no puedes más, pero es porque estás a punto de conseguirlo.
La transición es movimiento, de una parte de la vida a otra. Y, aunque creas que estás en un túnel oscuro que te asusta, debes salir por el otro lado, porque lo que te espera puede ser maravilloso."
Meredith Grey.
Capítulo 17. ¿Sabe usted?
"¿Sabes quién eres? ¿Sabes qué te ha pasado? ¿Quieres vivir así? A veces, una persona, un paciente, un momento, te cambian la vida. Pueden cambiar tu perspectiva, influirte. Un momento que te obliga a replantearte todo lo que crees que sabes. ¿Sabes quién eres? ¿Sabes qué te ha pasado? ¿Quieres vivir así? ¿Sabes quién eres? ¿Sabes qué te ha pasado? ¿Quieres vivir así? ¿Sabes quién eres? ¿Sabes qué te ha pasado? ¿Quieres vivir así?"
Cristina Yang.
Capítulo 18. Estás enfermando.
"El ser humano se toca la cara unas dieciocho veces cada hora que está despierto. Eso te hace vulnerable a las infecciones unas cien veces al día. Las infecciones tienen la fea costumbre de aprovecharse de nuestras rutinas. Se propagan al tocar puertas, mesas, los botones del ascensor, bolígrafos, vasos compartidos, hasta el dinero. Sólo podemos evitar que se propaguen. Una vez que está ahí la infección suele ganar.
Todos saben que los médicos somos los peores pacientes. Ignoramos los síntomas hasta que nos caemos redondos. Creemos que no somos de la misma especie que los pacientes. Pero ninguno somos invencibles. En algún momento, debemos aceptar que somos humanos y que, a veces, hasta los más fuertes necesitan ayuda."
Meredith Grey.
Capítulo 19. Vencedora.
"Mi madre estuvo nominada cinco veces, ya he pasado por esto. Si suena el teléfono todo cambia: de pronto, eres una eminencia. Si no suena, no sé, mi madre era una eminencia, siempre la llamaban.
Mi madre creyó que no ganaría. Creía que era un concurso de popularidad y ella no era popular. Era mujer, médica, y su arrogancia irritaba a muchos. No se permitía pensar que podía ganar porque lo deseaba con todas sus fuerzas. Cuando dijeron el nombre de mi madre, se llevó una sorpresa. Era el reconocimiento a su esfuerzo y a su sacrificio. Cuando llegó a casa, me dijo que no había ganado, aunque se lo merecía."
Meredith Grey.
Capítulo 20. A su aire.
"La cirugía es algo individual: llegamos a la mesa, bisturí en mano, y operamos solos. El aislamiento puede definirte porque, aunque estés rodeado de un equipo, todo depende de tu formación, tus decisiones, tu inteligencia, tus manos, tus suturas. Todo depende de ti.
A los cirujanos nos forman para trabajar solos, para ser artistas en solitario, para ser inconformistas dentro y fuera del quirófano, aunque nunca estamos solos. Nos apoyamos en quienes nos precedieron. Nos acompañan los colegas que nos han apoyado y preparado, esperando el momento para el que todos vivimos, cuando todo depende de tu formación, de tus decisiones, de tu inteligencia, de tus manos, de tus suturas. Cuando todo depende de ti."
Meredith Grey.
Capítulo 21. Con el corazón en la mano.
"Desde hace años, una de las herramientas más valiosas de las que dispone un médico es el algoritmo: metes la queja de tu paciente en una casilla, y con la fórmula decides el siguiente paso. Pero, ¿y si el problema no cabe en una casilla? Bueno, te quedas solo, sin previo aviso, con mil alternativas para elegir.
Entonces, ¿qué haces? ¿Cómo decides si estás desconcertado? ¿Cómo sabes que no estás cometiendo un inmenso error? Cierras los ojos, olvidas a todos y todo lo que te rodea, y cerras por que la voz de tu interior tenga razón. Porque, cuando has decidido, no puedes volver atrás."
Meredith Grey.
Capítulo 22. Nunca volveremos a estar juntos.
"A veces, sólo necesitas cambiar de aires, una nueva perspectiva. Pero no siempre eres consciente de que la necesitas porque necesitas una nueva perspectiva para darte cuenta. Es complicado.
Abre los ojos. ¿Qué ves? ¿Más posibilidades? ¿Te da tu nueva perspectiva más esperanzas? Es el objetivo, aunque no siempre funciona así. A veces, el cambio de perspectiva te hace ver lo que has perdido."
Meredith Grey.
Capítulo 23. Nada sale bien a pesar de todos mis esfuerzos.
"Cualquier acción tiene una reacción opuesta. Las urgencias funcionan porque hay gente que ha aprendido esa lección por las malas. Paracaidistas, jinetes de rodeos, personas cuya actividad, a menudo, desemboca en huesos rotos y vasos reventados. A los cirujanos nos forman para resolver las consecuencias de los riesgos: recogemos los trozos e intentamos pegarlos como buenamente podemos.
Las decisiones arriesgadas dan pavor: pueden acabar en lágrimas y huesos rotos. Y eso es lo que las hace tan emocionantes."
Meredith Grey.
Capítulo 24. Miedo (a lo desconocido).
"No lo sabe. Es idiota. Él dirá lo que quiera, pero podría ser el peor día de su vida. La gente dice: '¿Quién sabe? Mañana podría atropellarme un autobús. Es un poco extremo. A un amigo ya lo atropelló.' Quiero decir que nunca sabes qué te espera.
Cada vez que creemos que conocemos el futuro, aunque sea por un segundo, cambia. A veces, el futuro cambia, de pronto y por completo, y sólo podemos decidir qué hacer. Podemos elegir temerlo, quedarnos temblando, inmóviles, pensando que nos espera lo peor, o dar un paso al frente, hacia lo desconocido y pensar que será brillante."
Cristina Yang.
"Eres mi persona.
Te necesito con vida.
Tú me haces valiente."
Cristina Yang.
No hay comentarios:
Publicar un comentario