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miércoles, 23 de diciembre de 2015

Anatomía de Grey. Temporada 10.

Capítulo 1. Sellar nuestro destino.
"Cuando te conviertes en interno, hay una ceremonia en la que te entregan una bata blanca. Como por arte de magia, eres médico. Mis padres fueron a la mía, es como si los estuviera viendo, felices, orgullosos. Dicen que tu vida pasa frente a tus ojos justo antes de morir: los momentos importantes, los que te pusieron a prueba, los que hicieron de ti quien eres. No sé si mi vida pasó frente a mis ojos, pensaba en mi bata blanca y en lo contento que estaba de llevarla. En aquel momento, empezó mi vida. Parece oportuno llevarla cuando acabe.
El médico se pone su bata blanca para salvar vidas y desafiar a la muerte, pero en cuanto se la quita, es vulnerable como todos los demás, humano. Todos morimos y no podemos influir mucho en el cómo o en el cuándo. Pero sí podemos decidir cómo queremos vivir. Hacedlo. Decidid. ¿Es ésta la vida que queréis vivir? ¿Es la persona a la que queréis amar? ¿Es lo máximo que puedes dar? ¿Puedes ser más fuerte? ¿Más amable? ¿Más compasivo? Decide: inspira, exhala, y decide."
Richard Webber.

Capítulo 2. Te quiero junto a mí.
"La espera puede matarte. Tomas una decisión y luego el mundo tiene que girar. Llegan las consecuencias y no están en tu mano, sólo algo parece claro en esos momentos en los que aguardas: lo que decidiste estuvo mal. 
Queremos sobrevivir al temporal, rezamos: 'Por favor, Dios, llévame al otro lado'. Pero nunca imaginamos cómo será cuando lleguemos. Y si cuando amaine la tormenta, no queda nada. Decía que podía con todo, me equivocaba, como en tantas cosas. Pero tenía razón en una cosa, en elegirla a ella."
Richard Webber.

Capítulo 3. Todos claman piedad.
"Se cogen de las manos y a la de tres intentan machacar los dedos del otro. Aguantas todo lo posible o, al menos, más que el otro. El juego no acaba hasta que uno dice: 'Para', se rinde y clama piedad. No es un juego divertido. 
En el juego de la piedad, cuando un niño grita, el otro escucha, y el dolor para. ¿No querrías que fuera tan fácil ahora? Ya no es un juego, ya no somos niños. Puedes clamar piedad cuanto quieras, pero nadie te escucha. Sólo estás tú gritando en el vacío."
Meredith Grey.

Capítulo 4. Ponte tus mejores galas.
"Como te dirá cualquiera a quien le hayan quitado las dos amígdalas, la cirugía no es barata. Se necesita mucho dinero para mantener abierto un hospital, y cuando los fondos se agotan, es nuestra obligación recaudar más. Eso significa que... Mierda, perdón... Veo muchos programas infantiles últimamente, ya os hacéis una idea."
Meredith Grey.

Capítulo 5. Seguro que te escoció.
"El primer día de clase en la Facultad aprendí: 'Piénsatelo muy bien antes de convertirte en cirujano: requiere un compromiso total'. Cada vez que entras en un quirófano tienes que darlo todo. Cuando los pacientes están sobre la mesa a tu merced, deben saber que cuando haces el primer corte, sabes lo que haces. Ninguna otra especialidad requiere ese tiempo, esa concentración, ni esa dedicación, salvo tal vez ser madre.  
Y si pierdes la concentración y no puedes entregarte al máximo, ¿ya no te quedará nada? Quizás sólo debas buscar un camino diferente. Eso es lo terrible, ¿y si no puedes darlo todo? Quizás tengas que volver al principio y volver a empezar de cero."
Meredith Grey.

Capítulo 6. Un mapa de ti.
"Los investigadores están tratando de crear un mapa del cerebro humano. Podría ser el mapa más complejo que se haya creado. Miles de millones de neuronas formando conexiones. A primera vista, parecen aleatorias, pero nada más lejos de la realidad. Todas las conexiones tienen que existir en un patrón específico, están diseñadas para cada función. Estas conexiones condicionan lo que somos, lo que nos gusta, lo que no, lo que decimos, lo que hacemos.
Apenas empezamos a conocer el alcance de las conexiones cerebrales, hasta donde llega su profundidad. Sabemos que todas las conexiones son importantes, todas son cruciales. Cuando una se interrumpe, generalmente, hay algún daño. El sistema de conexiones nos impulsa a actuar, elegir y comportarnos, a veces, contra nuestra voluntad. Pero no es aleatorio, es el mapa de quienes somos. Para saber cómo funcionan nuestras conexiones y para que las piezas encajen."
Derek Shepherd.

Capítulo 7. Thriller.
"Cada Halloween toca decidir qué disfraz vamos a ponernos: uno sexi, o quizá uno tenebroso, o puedes ir de superhéroe, que es lo que intento ser este año. 
Halloween no es apto para cardíacos, hay una sorpresa en cada esquina. Algunas sorpresas son buenas, y otras sorpresas son malas. Lo importante es no dejar que el miedo por la sorpresa te impida disfrazarte e ir a casa de los vecinos a preguntar. Así que, ¿qué será: susto o chuche?"
Meredith Grey.

Capítulo 8. Dos contra uno.
"Glioma, fibroma, blastoma... Sea cual sea el tumor, la gente que lo abordas de la misma manera: encuentras su escondrijo, abres al paciente, y lo sacas de raíz. Pero no sólo luchas contra ese tumor: es una guerra contra mil millones de células.
¿Cómo salir airoso cuando son mil millones contra uno? Te mantienes firme, sigues forzándote más allá de todo límite, y no aceptas la rendición. Pero la cruda realidad es que, por mucho que te esfuerces y luches por no perder el control, a la hora de la verdad estás en inferioridad de condiciones."
Meredith Grey.

Capítulo 9. 'Lo siento' parecen las palabras más difíciles de decir.
"Los médicos no se equivocan a propósito. Si te equivocas, las consecuencias son impredecibles. No es que lo hagamos adrede, ni que queramos hacer daño, pero a veces nos pasa: nos equivocamos. Y cuando lo hacemos, lo sentimos. Pero no importa lo que sientas, ya es igual porque ninguna disculpa importa.
Todos hemos hecho cosas de las que no nos enorgullecemos, y lo entiendo, nadie es perfecto. Pero, ¿cómo puedes vivir con ello? ¿Cómo puedes levantarte y enfrentarte al mundo sabiendo que pudiste hacerlo mejor, que debiste hacerlo mejor? ¿Basta con sentirlo? ¿Puede una disculpa cerrar nuestras heridas? ¿Aliviar el dolor? ¿Puede paliar el dolor que causamos?"
Caliophe 'Callie' Torres.

Capítulo 10. Alguien a quien conocía.
"El cuerpo es una masa muy compleja de sistemas que interaccionan entre sí. La gente suele pensar que los médicos tienen todo claro. Pero no siempre es fácil distinguir un leve fallo en el sistema de un desastre médico. Eso lo aprendemos el primer año de residencia, y pasamos el resto de la carrera como si no lo supiéramos.
Sólo es un resfriado, hay que aguantar, se pasará. En realidad, no es nada. Somos médicos, lo sabríamos si pasara algo. No nos pasará nada, no hay problemas."
Meredith Grey.

Capítulo 11. Hombre en la Luna.
"Cada médico tiene su oscuro secreto, todos somos unos friquis competitivos de la ciencia. En el colegio, hacíamos los mejores volcanes, de esos que escupían lava de verdad. En el instituto, nos pasábamos horas con los laberintos de ratones para poder revolucionar la medicina y transformarla para siempre. 
A veces, la clave para avanzar es saber qué primer paso hay que dar: ahí empieza el viaje. Esperas que todo se arregle y perseveras un día y otro día. Aunque estés cansado y quieras abandonar, no lo haces porque eres un pionero. Pero nadie dijo nunca que fuera fácil."
Meredith Grey.

Capítulo 12. Despierta, levántate.
"El fracaso es ineludible. A todos los científicos les han dicho que no, una y otra vez. Pero nos acordamos de los que nos cambiaron la vida: los Curie, los Saik, los Bartman... Son los que no aceptaban un 'no' por respuesta. 
El fracaso es inevitable, ineludible. No debe tener la última palabra. Debes aferrarte a lo que quieres. No debes aceptar un 'no' por respuesta y aceptar lo que venga. No cedas, no te rindas. Levántate, levántate y ve a por ello."
Meredith Grey.

Capítulo 13. Retráctate.
"Todos los días, los cirujanos toman decisiones que pueden acabar de dos formas: o muy bien, o muy, muy, muy mal. El problema es que las decisiones afortunadas y las desafortunadas parecen iguales cuando las tomas.
Al mirar atrás, es fácil ver dónde nos equivocamos y arrepentirnos de una decisión que parecía una buena idea. Si pensamos con la cabeza y escuchamos a nuestro corazón, es probable que veamos que decidimos bien y evitamos el peor de los remordimientos: el remordimiento por haber dejado pasar algo maravilloso."
Meredith Grey.

Capítulo 14. Tienes que esconder tu amor.
"El cáncer es un matón biológico: siempre buscando pelea, te ataca por sorpresa, espera a que el cuerpo se sienta a salvo, se sienta sano y fuerte. Sólo entonces el cáncer hará su aparición y empezará a crecer. Al cuerpo le pilla desprevenido: el cáncer es el maestro de las sorpresas.
Puedes esconderte de un matón, pero no de por vida. Sólo hay un modo de ganarle: plantándole cara. Si tienes la suerte de salir con vida, tómate un momento para celebrarlo. Y después, vuelve a ponerte en guardia para luchar contra el siguiente."
Meredith Grey.

Capítulo 15. Tirándolo todo.
"Nuestro coxis antes era una cola, y el vértice rosado del extremo del ojo era un tercer párpado. El apéndice antes nos ayudaba a digerir la comida, ahora no tiene función. La historia de nuestra evolución es la historia de lo que dejamos atrás, de lo que desechamos. Nuestro cuerpo conserva lo indispensable: cuando ya no necesitamos algo, lo descartamos, lo dejamos ir.
¿Por qué te sientes tan bien cuando te deshaces de algo, cuando te quitas un peso de encima? Quizá ser consciente de lo poco que necesitamos para sobrevivir nos ayude a entender lo fuerte que somos, a quedarnos sólo con lo necesario, a aferrarnos a lo imprescindible, a lo que necesitamos; no sólo para sobrevivir, sino para crecer."
Meredith Grey.

Capítulo 16. Sólo para arrepentidos.
"En el parto hay una fase, la más dura, se llama fase de transición. Cuando has estado empujando tan fuerte y tanto tiempo que estás exhausta, pero no ves el resultado de tu esfuerzo. Durante la fase de transición, crees que ya no puedes más, pero es porque estás a punto de conseguirlo. 
La transición es movimiento, de una parte de la vida a otra. Y, aunque creas que estás en un túnel oscuro que te asusta, debes salir por el otro lado, porque lo que te espera puede ser maravilloso."
Meredith Grey.

Capítulo 17. ¿Sabe usted?
"¿Sabes quién eres? ¿Sabes qué te ha pasado? ¿Quieres vivir así? A veces, una persona, un paciente, un momento, te cambian la vida. Pueden cambiar tu perspectiva, influirte. Un momento que te obliga a replantearte todo lo que crees que sabes. ¿Sabes quién eres? ¿Sabes qué te ha pasado? ¿Quieres vivir así? ¿Sabes quién eres? ¿Sabes qué te ha pasado? ¿Quieres vivir así? ¿Sabes quién eres? ¿Sabes qué te ha pasado? ¿Quieres vivir así?"
Cristina Yang.

Capítulo 18. Estás enfermando.
"El ser humano se toca la cara unas dieciocho veces cada hora que está despierto. Eso te hace vulnerable a las infecciones unas cien veces al día. Las infecciones tienen la fea costumbre de aprovecharse de nuestras rutinas. Se propagan al tocar puertas, mesas, los botones del ascensor, bolígrafos, vasos compartidos, hasta el dinero. Sólo podemos evitar que se propaguen. Una vez que está ahí la infección suele ganar.
Todos saben que los médicos somos los peores pacientes. Ignoramos los síntomas hasta que nos caemos redondos. Creemos que no somos de la misma especie que los pacientes. Pero ninguno somos invencibles. En algún momento, debemos aceptar que somos humanos y que, a veces, hasta los más fuertes necesitan ayuda."
Meredith Grey.

Capítulo 19. Vencedora.
"Mi madre estuvo nominada cinco veces, ya he pasado por esto. Si suena el teléfono todo cambia: de pronto, eres una eminencia. Si no suena, no sé, mi madre era una eminencia, siempre la llamaban. 
Mi madre creyó que no ganaría. Creía que era un concurso de popularidad y ella no era popular. Era mujer, médica, y su arrogancia irritaba a muchos. No se permitía pensar que podía ganar porque lo deseaba con todas sus fuerzas. Cuando dijeron el nombre de mi madre, se llevó una sorpresa. Era el reconocimiento a su esfuerzo y a su sacrificio. Cuando llegó a casa, me dijo que no había ganado, aunque se lo merecía."
Meredith Grey.

Capítulo 20. A su aire.
"La cirugía es algo individual: llegamos a la mesa, bisturí en mano, y operamos solos. El aislamiento puede definirte porque, aunque estés rodeado de un equipo, todo depende de tu formación, tus decisiones, tu inteligencia, tus manos, tus suturas. Todo depende de ti. 
A los cirujanos nos forman para trabajar solos, para ser artistas en solitario, para ser inconformistas dentro y fuera del quirófano, aunque nunca estamos solos. Nos apoyamos en quienes nos precedieron. Nos acompañan los colegas que nos han apoyado y preparado, esperando el momento para el que todos vivimos, cuando todo depende de tu formación, de tus decisiones, de tu inteligencia, de tus manos, de tus suturas. Cuando todo depende de ti."
Meredith Grey.

Capítulo 21. Con el corazón en la mano.
"Desde hace años, una de las herramientas más valiosas de las que dispone un médico es el algoritmo: metes la queja de tu paciente en una casilla, y con la fórmula decides el siguiente paso. Pero, ¿y si el problema no cabe en una casilla? Bueno, te quedas solo, sin previo aviso, con mil alternativas para elegir. 
Entonces, ¿qué haces? ¿Cómo decides si estás desconcertado? ¿Cómo sabes que no estás cometiendo un inmenso error? Cierras los ojos, olvidas a todos y todo lo que te rodea, y cerras por que la voz de tu interior tenga razón. Porque, cuando has decidido, no puedes volver atrás."
Meredith Grey.

Capítulo 22. Nunca volveremos a estar juntos.
"A veces, sólo necesitas cambiar de aires, una nueva perspectiva. Pero no siempre eres consciente de que la necesitas porque necesitas una nueva perspectiva para darte cuenta. Es complicado. 
Abre los ojos. ¿Qué ves? ¿Más posibilidades? ¿Te da tu nueva perspectiva más esperanzas? Es el objetivo, aunque no siempre funciona así. A veces, el cambio de perspectiva te hace ver lo que has perdido."
Meredith Grey.

Capítulo 23. Nada sale bien a pesar de todos mis esfuerzos.
"Cualquier acción tiene una reacción opuesta. Las urgencias funcionan porque hay gente que  ha aprendido esa lección por las malas. Paracaidistas, jinetes de rodeos, personas cuya actividad, a menudo, desemboca en huesos rotos y vasos reventados. A los cirujanos nos forman para resolver las consecuencias de los riesgos: recogemos los trozos e intentamos pegarlos como buenamente podemos.
Las decisiones arriesgadas dan pavor: pueden acabar en lágrimas y huesos rotos. Y eso es lo que las hace tan emocionantes."
Meredith Grey.

Capítulo 24. Miedo (a lo desconocido).
"No lo sabe. Es idiota. Él dirá lo que quiera, pero podría ser el peor día de su vida. La gente dice: '¿Quién sabe? Mañana podría atropellarme un autobús. Es un poco extremo. A un amigo ya lo atropelló.' Quiero decir que nunca sabes qué te espera.
Cada vez que creemos que conocemos el futuro, aunque sea por un segundo, cambia. A veces, el futuro cambia, de pronto y por completo, y sólo podemos decidir qué hacer. Podemos elegir temerlo, quedarnos temblando, inmóviles, pensando que nos espera lo peor, o dar un paso al frente, hacia lo desconocido y pensar que será brillante."
Cristina Yang.


"Eres mi persona. 
Te necesito con vida. 
Tú me haces valiente."
Cristina Yang.


Anatomía de Grey. Temporada 9.

Capítulo 1. Me voy, me voy, me fui.
"Morir lo cambia todo. Están los efectos emocionales, pero también las cuestiones prácticas. ¿Quién hará tu trabajo? ¿Quién se ocupará de tu familia? Lo único bueno para ti es que no tienes que preocuparte por eso. Unos desconocidos vivirán en tu casa, harán tu trabajo y el mundo seguirá su curso, sin ti.
Dicen que la muerte pesa más a los vivos. Es duro decir adiós. A veces, es imposible. No dejas de sentir la pérdida. Eso hace todo tan, ¿agridulce?: dejamos fragmentos de nosotros atrás, pequeños recordatorios, una vida llena de recuerdos, fotos, objetos, cosas por las que nos recordarán, aunque ya no estemos."
Meredith Grey.

Capítulo 2. Recuerda aquellos tiempos.
"Tenía un juego de memoria cuando era pequeña. Consistía en unas tarjetas: se ponían boca abajo, cada una tenía un dibujo, levantabas una, la mirabas y volvías a colocarla. Luego tenías que acordarte de dónde estaba su pareja correspondiente. A veces, no tenías ni idea. Y otras, aparecía lo que necesitabas. Las tarjetas daba la impresión de estar desordenadas y al azar, pero según ibas levantándolas, cuantas más tarjetas veías, todo parecía ir encajando.
Aquí pasan cosas horribles, has hecho bien en irte, estás escapando al desastre. Yo, prácticamente, me crié aquí. Tienes razón, me perjudico y, probablemente, jamás me recupere. Tengo muchos recuerdos de gente a la que he perdido, pero tengo muchos otros recuerdos. Éste es el lugar donde me enamoré, donde encontré a mi familia. Aquí aprendí a ser médica, a hacerme responsable de la vida de otra persona, y aquí te conocí. Así que creo que este lugar me ha dado tanto como me ha quitado, he sobrevivido a muchas cosas. Todo depende de cómo lo mire. Elijo verlo así y recordarte a ti así. Espero que te vaya bien. Adiós."
Meredith Grey.


"Eres mi persona, 
y siempre serás mi persona."
Cristina Yang.


Capítulo 3. Ama a la persona con la que estás.
"Los cirujanos no transigimos, desafiamos a la muerte, rebasamos la perfección, operamos diecisiete horas si es necesario. No estamos hechos para resignarnos, pero eso no significa que no lo hagamos. 
Si seguimos nuestro instinto, elegimos no conformarnos. Es curioso, se nos quita un peso de encima, el sol brilla más fuerte y, durante un breve momento, encontramos un poco de paz."
Meredith Grey.

Capítulo 4. La vi ahí de pie.
"La ropa que lleva un cirujano sirve para dar una imagen. Las batas, las placas y los pijamas se combinan entre sí para indicar autoridad, alguien de quien te puedes fiar. Cuando te quitas la ropa, la cosa cambia. Somos sensibles, vulnerables, humanos, y tan proclives a un comportamiento cuestionable como cualquier otro.
Quizá a un cirujano le cueste admitirlo. No hay por qué avergonzarse de ser humano. Puede ser un alivio dejar de esconderse, aceptar quién eres y dejar que el mundo te vea así. Conocerse a sí mismo no hace daño a nadie. Porque cuando sabes quién eres, es más fácil saber lo que te importa y, en última estancia, lo que necesitas."
Meredith Grey.

Capítulo 5. Dulce condena.
"A veces, las cosas se te escapan de las manos, no puedes cambiarlas, ni someterlas a tu voluntad. Da igual que lleves cuarenta y cinco minutos de retraso, que no te hayas peinado, ni hayas hecho el desayuno, y que estés gastando neuronas cada segundo que te quedas quieto, muriéndote, muriéndote por dentro."
Meredith Grey.

Capítulo 6. Segunda opinión.
"Los médicos nunca han tenido todas las respuestas. Hubo un tiempo en el que cuando enfermabas, te drenaban la sangre como si te cambiaran el aceite. Siempre estábamos reconsiderando lo que dábamos por hecho, y redefiniéndolo.
Puede darte miedo ver que has cometido un error, pero no darte miedo cambiar de opinión, aceptar que las cosas cambian, que nunca serán iguales para bien o para mal. Debemos estar dispuestos a abandonar nuestras convicciones. Cuanto más dispuestos estemos a aceptar lo que es y no lo que creíamos, antes acabaremos en el lugar al que pertenecemos."
Meredith Grey.

Capítulo 7. Mi destino era amarte.
"¿Pueden dos personas estar predestinadas? ¿Hechas la una para la otra? ¿Ser almas gemelas? Sería bonito si fuera verdad, que siempre hay alguien fuera esperándonos, y a quien esperamos. Pero no sé si creérmelo
Quizás sí que me lo creo. Eso de estar predestinado. ¿Por qué no creerlo? En serio. ¿Quién no quiere más romanticismo en su vida? Quizá depende de nosotros hacerlo realidad, estar hechos el uno para el otro. Al menos, así sabrás seguro si estabas predestinado o no."
Meredith Grey.

Capítulo 8. El amor te revoluciona.
"Casi todo el mundo odia los hospitales, pero los internos, no. Para ellos, es un lugar mágico, es poesía: el ritmo de las máquinas, el 'frum, frum' de las batas... Es un lugar lleno de promesas, emociones, sorpresas, donde los sueños pueden hacerse realidad.
No hay por qué oír arpas sonando o pájaros cantando, ni tienen que caer pétalos del cielo. Y hay días en que el romanticismo decae, pero si miras alrededor, el mundo es alucinante. Así que párate un segundo, disfruta de la belleza, siente la magia, empápate de ella, porque no es eterna. El romanticismo se desvanece, pasan cosas y la gente cambia, el amor morirá, pero quizá no hoy."
Meredith Grey.

Capítulo 9. Corre, pequeña, corre.
"El sistema suprarrenal reacciona ante el estrés liberando hormonas que nos ponen en alerta. El problema es que el sistema suprarrenal no sabe distinguir entre unos simples nervios o la proximidad de un desastre. 
El cuerpo no sabe diferenciar entre los nervios y la emoción, el pánico y la duda, el principio y el fin. El cuerpo sólo te dice que corras. A veces, lo ignoras. Es lo más razonable. Pero, a veces, le haces caso. Uno debe confiar en su instinto, ¿no? Si tu cuerpo dice corre, corre."
Meredith Grey.

Capítulo 10. Cosas que hemos dicho hoy.
"Para abordar un problema, un cirujano necesita la mayor información posible. Así que, hacemos preguntas como: '¿Cuándo empezaron las molestias?', '¿Ya había padecido estos síntomas?', '¿Tiene antecedentes familiares?', '¿Una vida sexual activa?', '¿Le han operado recientemente?'. Si no quieres o no puedes responder a las preguntas, nos vemos obligados a hacer pruebas para saber más. Hasta que tenemos los resultados sólo podemos esperar.
La próxima vez que vayas a la consulta del médico, acuérdate, no te pregunta esas cosas por su bien, sino por el tuyo. Cuéntale todo. Los pequeños detalles no son triviales, componen la historia. No hay prisa, tómate el tiempo que necesites, empieza desde el principio."
Meredith Grey.

Capítulo 11. El final es el comienzo del fin.
"El gran día ha llegado, el día en que te darán la noticia, el resultado de la prueba: la biopsia es ¿maligna o benigna? ¿Viviré o moriré? Sólo quieres saberlo, aunque temas saberlo. Así, podrás seguir con tu vida para bien o para mal. 
Dicen que la ignorancia es felicidad porque, en cuanto sabes que tienes un tumor o conoces el pronóstico, no puedes volver atrás. ¿Serás fuerte o te derrumbarás? Es difícil de saber. Así que no te preocupes por eso, disfruta de la vida, antes de que te den la noticia. La ignorancia es felicidad."
Meredith Grey.

Capítulo 12. Caminando en un sueño.
"Los que sufren una amputación, a menudo, experimentan una sensación donde estaba la extremidad amputada: sienten que sigue ahí. El síndrome se llama 'miembro fantasma'. Es como si el cuerpo no aceptara el terrible trauma que ha sufrido. La mente intenta volver a completar el cuerpo. Los que padecen ese síndrome hablan de muchas sensaciones diferentes, pero la más común de todas es el dolor.
El cuerpo puede ser terco cuando hay que aceptar el cambio. La mente conserva la esperanza de que el cuerpo vuelva a estar entero. Y la mente luchará por esa esperanza, con uñas y dientes, hasta que halle un modo de entender la nueva realidad y acepte que lo que se ha ido, lo ha hecho para siempre."
Meredith Grey.

Capítulo 13. A sangre y fuego.
"Todos hemos oído las palabras de moda: racionalizar, optimizar, integrar, adaptar. Todos los días a alguien se le ocurre una nueva estrategia, una herramienta para aumentar nuestra eficacia. La idea es facilitarnos la vida. La cuestión es, ¿la facilita? 
Para ser eficiente, tienes que eliminar lo que no funciona, pensar en lo que importa, y aferrarte a las cosas que más importan."
Meredith Grey.

Capítulo 14. La cara del cambio.
"A mí no me van los cambios. En oncología, cuando una célula normal se convierte en algo maligno, se habla de transformación. Las células se hacen tóxicas delante de tus ojos. Así que, yo creo que la transformación es una mierda.
El cambio es extraño, no todos se adaptan. Puede pillarte desprevenido. Las cosas no son como antes, tu mundo se transforma, te das cuenta de que el suelo se ha movido. Todo es incierto y no hay vuelta atrás. El mundo a tu alrededor es diferente, irreconocible, y no puedes hacer nada, estás atrapado. El futuro te mira a los ojos y no sabes si te gusta lo que ves. Como dije, no me van los cambios."
Alex Karev.

Capítulo 15. Dura negociación.
"Dicen que hay un signo infalible en una negociación de éxito. Cuando ambas partes se levantan de la mesa y las dos sienten que les han jodido, se trata de alcanzar un acuerdo con el que todos salgan ganando. 
Dicen que la negociación es un arte, pero cuando negociamos, tenemos una estrategia, usamos tácticas. Estrategia y táctica no son palabras para buscar un consenso: son para ir a la guerra."
Meredith Grey.

Capítulo 16. Por eso luchamos.
"Hay una intervención para tratar la epilepsia que consiste en cortar la conexión entre los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro para bloquear las señales que provocan las convulsiones. El problema es que también impide al cerebro comunicarse consigo mismo: el hemisferio izquierdo no sabe lo que se propone el derecho. El paciente puede sufrir problemas de coordinación, memoria, habla. Es una solución drástica que sólo se completa cuando las demás opciones han fallado porque, cuando se hace ese corte, no hay vuelta atrás.
Hay una razón por la que los cirujanos están dispuestos a jugárselo todo en una operación arriesgada sin vuelta atrás y que podría tener terribles consecuencias: a veces, funciona."
Meredith Grey.

Capítulo 17. Trasplante en tierra baldía.
"Para un paciente en estado crítico, un trasplante supone empezar de cero, una segunda oportunidad. Pero el cuerpo está diseñado para combatir a los invasores, incluso a los que intentan salvarlo. Un trasplante no garantiza que la vida sea más fácil: existe el riesgo de que el cuerpo rechace el órgano. 
El proceso del trasplante asusta. El paciente pasa de preocuparse porque le den un órgano a preocuparse por si lo rechazará. La ansiedad no desaparece hasta que abre los ojos tras la operación y ve que el regalo ha sido aceptado."
Meredith Grey.

Capítulo 18. Manos ociosas.
"El trabajo mantiene activa la mente, evita que nos metamos en líos. Cuando no estamos trabajando, nuestras manos están ociosas y el diablo busca las manos ociosas. Y cuando tu mente está ociosa, seguro que también intervendrá el diablo.
Al principio, el ocio puede parecer agradable, con las bromas y las risas. Todos necesitamos el ocio para pensar en algo que no sea el trabajo, aunque signifique pensar en algo que nos da miedo. Descansar del trabajo es el modo de adquirir perspectiva. Sólo después de ver las cosas con perspectiva, recordamos dónde deberían estar nuestras manos."
Meredith Grey.

Capítulo 19. No puedo quitarme esa sensación.
"Imagina que estás en un quirófano mirando una aneurisma incrustada en el lóbulo frontal de un paciente. Necesitarás tres cosas para extirparlo: confianza, un bisturí y grandes dosis de instinto.
Hay sentimientos que se niegan a marcharse, son distracciones que te susurran al oído. Hay cosas que se enconan, por mucho que lo intentes, no puedes ignorar el instinto. Como suele decirse, 'fíate de tu intuición'."
Meredith Grey.

Capítulo 20. Ella me está matando.
"Los pacientes lo dicen constantemente: 'Dígamelo sin rodeos. Quiero saber qué me pasa. Dígamelo, lo aceptaré.' No eludimos las preguntas por crueldad, lo hacemos porque cuando dicen que quieren saber la verdad, no saben lo que dicen.
Dicen que la verdad te hará libre, qué sabrán los que lo dicen. La verdad es terrible, aterradora. Es más de lo que puedes soportar. Tenemos que ser sinceros contigo, cuidado con lo que preguntas cuando entras en un hospital porque, cuando sepas lo que pasa de verdad, quizá nunca te recobres."
Meredith Grey.

Capítulo 21. Monstruo dormido.
"Las inspecciones son como monstruos durmientes: no las ves, no las notas, pero debes hacer cuanto esté en tu mano para contenerlas porque, cuando los monstruos despiertan, no puedes controlarlos.
Todo el tiempo que has estado convenciéndote de que el monstruo durmiente no era real, estaba cogiendo fuerzas, la infección se extendía. El monstruo está despierto y no puedes hacer nada."
Miranda Bailey.

Capítulo 22. ¿Crees en la magia?.
"No existe eso que llaman magia, que nosotros sepamos. Y aunque los cirujanos estudiamos los secretos que se esconden tras el intricado sistema de células, tejidos y órganos, cuando las cosas se tuercen hasta límites insospechados, sólo tenemos algunos trucos en la manga para recomponer un cuerpo. Pero existe un poder o, más bien, un hechizo, y si lo usas bien, puede ser casi mágico.
Como cirujanos, no somos ajenos a los desgarros del cuerpo humano, de hecho, sacrificamos lo mejor de nuestra vida aprendiendo todas las formas que hay de recomponerlo. Pero hay heridas que los cirujanos no podemos curar, no nosotros solos, se necesita un poder que no tenemos. La magia no existe, no ésa del abracadabra y los genios de las lámparas. Bien, hay cierta magia en la certeza de que, aunque no todo puede repararse, se puede sobrevivir a casi todo."
Meredith Grey.

Capítulo 23. La preparación lo es todo.
"Te golpean inesperadamente. Cuando llegan las desgracias, llegan de pronto, sin previo aviso. No vemos llegar la catástrofe, aunque intentemos estar preparados.
Nos esforzamos al máximo, pero, a veces, no es suficiente. Nos ponemos el cinturón, nos ponemos el casco, vamos por sitios iluminados. Intentamos salvarnos, intentamos protegernos. Pero eso no sirve de nada porque, cuando llegan las desgracias, aparecen de repente. Las desgracias llegan de repente, sin previo aviso, pero olvidamos que, a veces, las alegrías también llegan así."
Meredith Grey.

Capítulo 24. La tormenta perfecta.
"Tenía una gran profesora en la Facultad, parecía invencible, y un día, tuvieron que extirparle la vesícula. Murió en la operación: sus plaquetas dejaron de coagular, se desangró en la mesa. Todo lo que podía salir mal, salió mal. Los cirujanos tenemos un nombre para eso, lo llamamos una tormenta perfecta. Es curioso, no creí que me pasara a mí.
Todas las tormentas amainan. Cuando todos los árboles han sido arrancados, cuando todas las casas han sido despedazadas, el viento por fin calla, en el cielo se hacen claros, la lluvia cesa. El cielo se despeja en un instante y, sólo entonces, en los momentos de calma tras la tormenta, sabemos quién fue lo bastante fuerte para sobrevivir."
Meredith Grey.

Anatomía de Grey. Temporada 8.

Capítulo 1. Caída libre.
"Hasta los matrimonios consolidados fracasan: parece que estás en tierra firme y, de pronto, ya no. Y siempre hay dos versiones: la tuya y la suya. Aunque las dos versiones empiezan igual: con dos personas que se enamoran. Nadie se casa pensando que saldrá mal. Crees que el tuyo sí saldrá bien. Siempre es un shock, darte cuenta de que se ha acabado. Parece que estás en tierra firme y, de pronto, ya no.
¿Tienes lo que hay que tener? Si tu matrimonio está en peligro, ¿podrás capear el temporal? Cuando el suelo cede y tu mundo se derrumba, quizás sólo necesitas fe y confiar en que sobreviviréis juntos, quizás sólo necesitas agarrarte, y pase lo que pase no soltarte."
Meredith Grey.

Capítulo 2. Se fue.
"Cuando mi madre dejó a mi padre, no se lo dijo. Ni que me llevaba con ella hasta que aterrizamos en la otra punta del país. Entonces, se llamaban desavenencias familiares. Hoy se llamaría secuestro. 
Crees que el amor verdadero es lo único que puede apoderarse de tu corazón, lo que puede entrar en tu vida e iluminarla, o destruirla. Entonces, te conviertes en madre."
Meredith Grey.

Capítulo 3. Asume el mando.
"Estudias, te preparas, trabajas. Años que te llevan hasta el día en que tomas las riendas. Ese días debes estar listo para todo. Pero hay una cosa para la que nunca estás listo: el día en que dejas las riendas.
A veces, pasa en un instante: tomamos las riendas, nos convertimos en líder, buscamos una salida. Buscamos una salida y la seguimos, aunque no sepamos adónde nos lleva."
Meredith Grey.

Capítulo 4. ¿Qué pasa con los hombres?
"Hay diferencias entre el cerebro masculino y femenino. El femenino tiene un hipocampo más grande. Suelen tener más retención y memoria. Tenemos el córtex parietal más grande, no esquivamos mejor los ataques. El cerebro masculino afronta los retos de forma distinta al femenino. Ellas tienen más capacidad para el lenguaje, los detalles, la empatía. Los hombres, no tanta. Eso no significa que seamos menos capaces de sentir. Podemos hablar de nuestros sentimientos; sin embargo, casi siempre preferimos no hacerlo. 'Sé un hombre', te lo dicen constantemente. Pero, ¿qué significa? ¿Significa fuerza? ¿Significa sacrificio? ¿Significa ganar? Quizá sea más sencillo. Hay que saber cuando no ser un hombre. A veces, hay que ser un hombre para olvidar tu amor propio, admitir la derrota, y simplemente, empezar de cero otra vez."
Derek Shepherd, Richard Webber, Alex Karev, Jackson Avery, Mark Sloan, y Owen Hunt.

Capítulo 5. Pérdidas, amor y legados.
"El cuerpo humano está diseñado para compensar las pérdidas. Se adapta y así ya no necesita lo que no puede tener. Pero, a veces, la pérdida es demasiado grande y el cuerpo no puede compensarla solo. Entonces, intervienen los cirujanos. 
Tenemos tantas esperanzas cuando algo empieza, parece que sólo podemos ganar un montón, no perderlo. Dicen que la incapacidad para aceptar las pérdidas es una forma de locura. Seguramente sí, pero, a veces, es el único modo de seguir vivo."
Meredith Grey.

Capítulo 6. Cara de póquer.
"De bebés éramos simples. Si llorabas una vez, tenías hambre. Si eran dos, tenías sueño. Es de mayores cuando nos complicamos. Ocultamos los sentimientos, nos cerramos. A veces, no sabemos ni lo que piensan o sienten los demás. Sin querer nos convertimos en maestros del disimulo. 
No siempre es fácil decir lo que piensas. A veces, tienen que obligarte a hacerlo. A veces, es mejor no decir nada, hacerte el tonto, aunque tu cuerpo esté deseando confesar. Así que te callas, guardas el secreto y buscas otros modos de ser feliz."
Meredith Grey.

Capítulo 7. Sáqueme, entrenador.
"Los cirujanos no pueden ser vagos. Los riesgos son muy grandes. Si nos dormimos en los laureles, ocurre una fatalidad, algo que no vemos venir.
Puede que no siempre ganemos, pero no somos vagos. Arriesgamos, nos volcamos, intentamos lanzarla fuera y, a veces, nos eliminan. Pero, a veces, anotas una carrera."
Meredith Grey.

Capítulo 8. Una caja con forma de corazón.
"Imagínate que estás en el quirófano, reparando una vena cava y, de pronto, todo se va al traste. Así que cortas esto, coses lo otro y el mal trance es agua pasada. Pero no podemos encarar todos los problemas con un bisturí, aunque podría intentarse. Pero sería considerado una agresión. 
Es aterrador lo rápido que todo puede irse a la mierda. A veces, hay que sufrir una pérdida para recordar lo que te importa. A veces, te das cuenta de que eso te ha hecho más fuerte, más sabio, te da armas para enfrentarte al próximo desastre. A veces, pero no siempre."
Meredith Grey.

Capítulo 9. Oscura fue la noche.
"'He tenido un día terrible', lo decimos constantemente: una discusión con el jefe, una gastroenteritis, un atasco. Decimos que ha sido terrible cuando no ha pasado nada terrible. 
Hay cosas que nos destrozan: una endodoncia, una auditoría de Hacienda, que nos tiren café en la ropa. Pero cuando pasa algo realmente terrible, le rogamos a un Dios en el que no creemos que nos devuelva los pequeños horrores y se lleve éste. Qué absurdas nos parecen ahora, ¿no? La inundación de la cocina, la urticaria, la pelea que nos deja cabreados. ¿Nos habría ayudado conocer el futuro? ¿Nos habríamos dado cuenta de que eran los buenos momentos?"
Meredith Grey.

Capítulo 10. De repente.
"Las víctimas de un impacto brusco son las más difíciles de tratar. No les hace daño sólo la colisión, también lo que viene después. La fuerza centrífuga las sigue moviendo, las zarandea en los vehículos, las despide por el parabrisas, y comprime sus órganos contra el esqueleto. Sus cuerpos son golpeados una y otra vez. No se conoce el alcance de los daños hasta que se paran. 
No puedes prepararte para un impacto brusco, no puedes planificarte, te golpea sin saber cómo y, de pronto, tu vida anterior se acaba, para siempre."
Meredith Grey.

Capítulo 11. Este momento mágico.
"¿Alguna vez has interpretado el papel protagonista en una función, o sólo en un recital? Todos te miran, esperando que hagas lo que han venido a ver. Y tú sientes la presión de actuar. Hubo un tiempo en el que los quirófanos eran como anfiteatros. Y aún lo parecen. La gente se prepara para la representación, se dan los últimos retoques: está el vestuario y las máscaras, el atrezzo. Cada detalle requiere su ensayo, su coreografía... Todo para llegar al momento en que se abre el telón. ¿Sabéis qué dicen del (carné yijol*)? Que sólo hay un modo de entrar.
Ojalá la vida fuera un ensayo con vestuario y tuviéramos tiempo para repetir. Podríamos ensayar cada momento hasta que lo domináramos. Por desgracia, cada día de nuestra vida es una función. Incluso cuando tenemos la oportunidad de ensayar y prepararnos y practicar, nunca estamos listos para los grandes momentos de la vida."
Meredith Grey.

Capítulo 12. Esperanza para los desesperados.
"'No podemos hacer nada más por usted' son las últimas palabras que un cirujano querría decir. No nos es fácil darnos por vencidos y hacemos lo posible por no hacerlo. Para los cirujanos 'causa perdida' significa esforzarse más. 
¿Cuándo tiras la toalla? ¿Cuándo admites que una causa perdida lo es? Llega un momento en que es demasiado y estamos cansados de seguir luchando, y nos rendimos. Ahí empieza el trabajo de verdad, buscar esperanza donde parece que no hay ninguna, en absoluto."
Meredith Grey.

Capítulo 13. Si entonces...
"Tu hijo es el que te reservaba tu destino. Estaba predestinado, eso te dicen los de adopción. Quiero pensar que es cierto, pero todo lo demás parece tan fortuito. ¿Y si algo insignificante que hice o dije, lo hubiera cambiado todo? ¿Y si me hubiera decidido por otra vida o por otra persona? No nos habríamos encontrado nunca. ¿Y si hubiera tenido otra educación o mi madre no hubiera enfermado? ¿Y si hubiera tenido un buen padre? ¿Y si...? ¿Y si...? ¿Y si...?
Tu vida es un regalo. Acéptala. Por muy desastrosa o lamentable que te parezca. Algunas cosas pasarán como si te las reservara el destino. Como si estuvieran predestinadas."
Meredith Grey.

Capítulo 14. Todo lo que necesitas es amar.
"Hay momentos de nuestra vida en los que el amor lo vence todo: el cansancio, la falta de sueño, cualquier cosa. Y hay otros momentos en los que el amor sólo nos da sufrimiento. 
Buscamos el modo de aplacar el dolor. A veces, aplacamos el dolor sacando lo mejor que tenemos. O dejándonos llevar por el momento. A veces, lo único que necesitamos para aplacar el dolor es darnos una tregua."
Meredith Grey.

Capítulo 15. Me has visto últimamente.
"Cuando lo has probado todo y la jaqueca no remite, no dejas de toser y no baja la inflamación, acudes a un profesional. Como cirujanos pasamos años mejorando las técnicas de percepción que nos permiten detectar el problema. El problema es que, a veces, el tiempo que pasamos mejorando las técnicas de percepción puede acabar restringiendo el criterio de una persona. ¿Y cómo discutes con alguien que tiene a la ciencia de su parte?
Quizá no nos guste, pero es importante parar de vez en cuando, salir de nuestra cabeza y mirar alrededor. Darte cuenta de que tu perspectiva era equivocada puede hasta liberarte. De pronto, ves un nuevo potencial, nuevas posibilidades, que si no, no habrías visto. Todo eso está bien cuando una situación desesperada tiene buenas perspectivas, pero, por desgracia, a veces, sucede lo contrario."
Meredith Grey.

Capítulo 16. Si tan sólo se sentían solos.
"A los cirujanos nos enseñan a consultarnos entre nosotros, a contrastar opiniones. Animamos a los pacientes a que pidan segundas opiniones. Pero, ¿para qué pedir otra opinión si tienes razón? Porque si somos sinceros, los cirujanos se parecen a los cowboys: vamos por nuestra cuenta. 
Puedes pedir consejo a los demás, rodearte de gente de confianza. Pero, al final, la decisión es tuya, sólo tuya. Cuando llega el momento de actuar y estás solo, entre la espada y la pared, la única voz que importa es la de tu cabeza. La que dice eso que seguramente ya sabías, la que casi siempre tiene razón."
Meredith Grey.

Capítulo 17. Un paso demasiado lejos.
"Nos enseñan a estar alerta, a dar con la causa del dilema, a hacer las preguntas adecuadas, a hallar la raíz del problema, hasta que sabemos lo que ocurre y podemos afrontarlo. Hay que ser muy prudente, o podríamos precipitarnos creando problemas donde no los hay.
Nuestras intenciones son siempre puras, queremos hacer lo correcto. Pero también deseamos extralimitarnos. Corremos el peligro de llevar las cosas demasiado lejos. Nos dicen que no causemos daño, mientras nos enseñan a abrir con cuchillos. Así que hacemos cosas, cuando debimos no haberlas hecho. Porque cuando no hay problemas nos cuesta admitirlo, no hacer nada, antes de empeorarlo, antes de causar un daño terrible."
Meredith Grey.

Capítulo 18. El león duerme esta noche.
"En el quirófano, solemos decir: 'No domestiques a un león'. Significa que, aunque un tumor parezca inofensivo o pequeño, o tenga unos márgenes perfectos, es un tumor, es peligroso y puede morder. 
Todos oímos advertencias que ignoramos, desafiamos a la suerte, nos la jugamos, jugamos con fuego. Es la naturaleza humana: si nos dicen que no toquemos algo, lo tocamos. Aunque sepamos que no debemos. Quizá porque, en el fondo, buscamos problemas."
Meredith Grey.

Capítulo 19. Sistema de apoyo.
"De niños estudiábamos el cuerpo humano, que los huesos se unen a los músculos, y el músculo está unido a la piel. En la Facultad de Medicina, se complica todo un poco. Aun así, todo es cierto, todo está unido. Los huesos están unidos a los músculos, los músculos a la piel, y si quitas una de las partes, el resto se desmorona.
El cuerpo humano se compone de órganos que lo mantienen vivo: uno nos ayuda a respirar, otro nos mantiene en pie, otro nos da hambre, y otro nos hace felices. Están conectados. Si eliminas uno, todo lo demás se desmorona. Y sólo cuando parece que nuestro sistema de apoyo va a fallarnos, nos damos cuenta de cuánto dependíamos de ellos."
Meredith Grey.

Capítulo 20. La chica sin nombre.
"Cuando somos niños queremos que todo se quede como está: el mismo maestro, la misma casa, los mismos amigos. Cuando eres cirujano, te pasa igual. Te acostumbras a los mismos especialistas, las mismas enfermeras, el mismo hospital. Claro que todo cambia al llegar al quinto año, y debes buscar un nuevo empleo.
La gente dice que no puedes avanzar si no dejas atrás el pasado. Dejar atrás las cosas es fácil, lo difícil es cambiar de vida. Así que, a veces, nos negamos. Intentamos que todo siga igual. Pero todo no puede ser como siempre. En algún momento, debes hacerlo. Pasar página. Por muy doloroso que sea, es el único modo de crecer."
Meredith Grey.

Capítulo 21. El momento de la verdad.
"Imagínate que has estado tus cinco años de residencia practicando para ser cirujano. Pero esos años, de pronto, no importan. Lo único que importa, lo que te separa del resto de tu carrera, es un examen oral, en un hotel al azar, en una ciudad al azar, con un examinador al azar que te pregunta al azar: '¿Nervioso? Deberías estarlo'.
La guardería, el colegio, el instituto, la facultad, la residencia: todo conduce a esto. Algunos se hunden con la presión, a otros les motiva. Sea como sea, no hay nada más que hacer, se acabó estudiar, se acabó prepararse. Nos guste o no, la hora ha llegado. Lo único que te queda es presentarte."
Meredith Grey.

Capítulo 22. Deja los malos días rodar.
"Carpe diem. ¿No es un rollo el carpe diem? ¿Cómo vas a planificar una vida, una carrera, una familia, si siempre estás viviendo el momento? Si todos disfrutáramos cada momento de cada día, no habría médicos. ¿Quién aguantaría la carrera? Estaríamos muy ocupados viviendo el momento. Signifique lo que signifique. 
Los romanos tienen parte de razón: hay que vivir la vida. Vivir significa que cada mañana al despertar debes elegir, entre aprovechar lo que la vida te ofrece en el momento y seguir adelante, llueve o truene, o cerrar las cortinas y no dejar entrar la luz."
Meredith Grey.

Capítulo 23. Migración.
"Hay unas aves. Se parecen a las golondrinas, creo. En septiembre, se van del lluvioso Seattle para pasar el invierno en México. No son tontas. Y todos los años una muchedumbre viene a Seattle a beber cerveza y verlas emprender el vuelo. Lo llaman la gran migración.
No sé cómo lo hacen esas aves: viajar a miles de kilómetros sin perderse, sin estamparse contra las ventanas o sin que se las coman los gatos. Pero cada primavera, vuelven, supongo que a lo conocido. La gente dice que es bonito verlas marcharse. Dicen que puedes ver el momento en que al oír una misteriosa señal, todas juntas deciden emprender el vuelo. Quizá me lo haya perdido. No importa, siempre queda el año que viene."
Meredith Grey.

Capítulo 24. Vuelo.
"Nuestros años como residentes serán los mejores y los peores de nuestras vidas. Rebasaremos nuestros límites. Aquí, empezamos, ésta es la línea de salida. La victoria depende de nosotros."
Meredith Grey.

domingo, 16 de agosto de 2015

Anatomía de Grey. Temporada 7.

Capítulo 1. Contigo nazco de nuevo.
"Cada célula del cuerpo humano se regenera de media cada siete años, como las serpientes, a nuestro modo, mudamos la piel. Biológicamente somos personas nuevas. Quizá parecemos los mismos, el cambio no es visible, al menos, no en la mayoría. Pero todos cambiamos por completo, para siempre.
Cuando decimos que la gente no cambia, los científicos se echan las manos a la cabeza. Porque el cambio es la única constante en la ciencia. La energía, la materia, siempre están cambiando, metamorfoseándose, fusionándose, creciendo, muriendo. Lo antinatural es que las personas intentemos no cambiar, que queramos aferrarnos a como era todo antes, en vez de dejar que sea lo que es, que queramos aferrarnos a viejos recuerdos en lugar de generar otros, que insistamos en creer que, pese a los indicios científicos, todo en la vida es permanente, el cambio es constante. Cómo vivamos ese cambio depende de nosotros. Puede parecernos la muerte o una segunda oportunidad en la vida. Si nos relajamos y nos dejamos llevar, puede parecernos pura adrenalina, como si en cualquier momento tuviéramos otra oportunidad, como si en cualquier momento pudiéramos nacer de nuevo."
Meredith Grey.

Capítulo 2. Shock al sistema.
"Dicen que los rayos no impactan dos veces en el mismo sitio. Eso es un mito. Lo que pasa es que suelen atinar la primera vez. Una descarga de treinta mil amperios se nota. Puede hacerte olvidar quién eres. Puede quemarte, cegarte, pararte el corazón, y provoca graves lesiones internas. Para ser algo que pasa en milésimas de segundo, te puede cambiar la vida. 
Los rayos no suelen impactar dos veces. Es un hecho realmente único. Aunque parezca que la descarga vuelve una y otra vez, poco a poco, el dolor se irá, se irá pasando el shock, y la herida cicatrizará. Te recuperarás de lo que no pudiste predecir. A veces, la suerte está de tu parte. Si estás en el lugar adecuado, en el momento adecuado, puedes sufrir un revés, y aun así sobrevivir."
Meredith Grey.

Capítulo 3. Bichos raros.
"La mayoría de los cirujanos son unos bichos raros desde su infancia. Mientras los demás niños juegan fuera, nosotros nos encerramos memorizando la tabla periódica, encogidos durante horas sobre los microscopios escolares, diseccionando nuestra primera rana. Imaginad la sorpresa que tuvimos cuando nos hicimos mayores y nos enteramos de que hay más bichos raros aparte de nosotros: los mismos microscopios, las mismas ranas, el mismo impulso de despedazar seres humanos.
Nadie es un bicho raro por que quiere, la mayoría ni se da cuenta de que lo es hasta que es demasiado tarde. Pero por muy bicho raro que seas, al final, es probable que encuentres a tu media naranja, a menos que ya haya decidido pasar página. Cuando se trata de amor, ni los bichos raros pueden esperar para siempre."
Meredith Grey.

Capítulo 4. No puedes enfrentarte a la biología.
"La biología determina cómo vivimos. Desde que nacemos, sabemos respirar y comer. Cuando crecemos aparecen nuevos instintos, nos volvemos territoriales, aprendemos a competir, buscamos refugio, y lo más importante de todo: nos reproducimos. A veces, la biología se vuelve contra nosotros. A veces, la biología es una mierda.
La biología dice que somos quienes somos desde que nacemos, que nuestro ADN está escrito, que es invariable. Aunque el ADN no lo explica todo, somos humanos, la vida nos cambia, desarrollamos rasgos nuevos, nos hacemos menos territoriales, dejamos de competir, aprendemos de nuestros errores, nos enfrentamos a nuestros mayores miedos. Para bien o para mal, siempre encontramos la forma de ser algo más que nuestra biología, el riesgo, claro, es que podemos cambiar demasiado, hasta que casi ni nos reconocemos. Encontrar el camino de vuelta puede ser difícil, no hay brújula, ni mapa, sólo hay que cerrar los ojos, dar un paso y rezar porque lleguemos."
Meredith Grey.

Capítulo 5. Casi adultos.
"Enseñan a los médicos poco a poco, nos ven practicar con ranas, cerdos, cadáveres y luego, con gente viva. Repetimos todo hasta la saciedad. Nos crían como a niños y al final, se ponen una bota y nos echan a patadas del nido. 
Todos queremos crecer, estamos deseándolo, aprovechar las oportunidades que nos brinden, vivir. Estamos tan ocupados intentando salir del nido que no pensamos que hará frío fuera, un frío glacial. Madurar, a veces, significa dejar gente atrás. Y cuando al fin nos tenemos en pie, estamos solos."
Meredith Grey.

Capítulo 7. Lo estoy intentando.
"Pregunta: ¿Cuándo fue la última vez que una desconocida se desnudó delante de ti, señaló una enorme mancha en tu espalda y te dijo: '¿¡Qué coño es esto!?'. Si eres una persona normal, la respuesta será: 'Espero que nunca'. Si eres un médico, la respuesta probablemente sea: 'Hace cinco minutos'. La gente espera que los médicos tengan todas las respuestas. Lo cierto es que nos encanta creer que tenemos todas las respuestas. Se podría decir que los médicos lo sabemos todo, hasta que pasa algo que nos recuerda que no es verdad. 
Todos buscamos respuestas: en la medicina, en la vida, en todo. A veces, las respuestas que buscábamos estaban ocultas bajo la superficie. Otras veces hallamos las respuestas cuando ni sabíamos que teníamos una pregunta. A veces, las respuestas nos pueden coger por sorpresa. Y, a veces, aunque hallemos la respuesta que buscábamos, aún nos quedan demasiadas preguntas."
Meredith Grey.

Capítulo 8. Por algún lado hay que salir.
"El cuerpo humano está sometido a una fuerte presión. La presión arterial mide la fuerza de la sangre bombeada a través de las arterias. Es importante regular la presión. Una presión baja o inadecuada puede provocar debilidad o un fallo. Y cuando la presión es demasiado alta, aparecen los problemas. Si la presión sigue aumentando, se necesita un reconocimiento más exhaustivo, porque es el mejor indicador de que algo va muy mal.
Todo sistema a presión necesita una válvula de escape. Debe haber un modo de aliviar el estrés, la tensión, antes de que termine siendo insoportable. Debe de haber una forma de descargarla, porque si la presión no haya una salida, lo hará la fuerza: explotará. Y la más difícil de soportar es la que nos imponemos a nosotros mismos, la de ser mejor de lo que somos. La presión de ser mejores de lo que podemos ser, nunca, nunca, cede. Sigue acumulándose, acumulándose, y acumulándose."
Meredith Grey.

Capítulo 9. Una larga y lenta noche.
"Los médicos alardeamos de que somos capaces de dormir de pie, cuando sea, donde sea. Pero es un falso motivo de orgullo, porque trabajar tras veinte horas despierto es como si fueras borracho al trabajo, seas médico o no. Así que no es de extrañar que las negligencias médicas aumenten por la noche, cuando los médicos estamos orgullosos de no tenernos en pie. Recientemente han acabado con nuestro orgullo y nos han herido el amor propio con nuevas leyes que nos obligan a dormir por el día antes de trabajar toda la noche, y no nos hace gracia. Pero como también nosotros podríamos necesitar asistencia médica algún día, deberíamos alegrarnos. 
Bajo el manto de la oscuridad, la gente hace cosas que no haría a la cegadora luz del día. Las decisiones parecen más sabias, la gente se siente más valiente. Pero cuando sale el sol, hay que asumir la responsabilidad de lo que hiciste en la oscuridad, y enfrentarte a ti mismo a la fría luz del día."
Meredith Grey.

Capítulo 10. A la deriva y en paz.
"Las primeras veinticuatro horas tras una operación son críticas: cada inspiración, cada líquido que expulsas se registra y se analiza, se celebra o se lamenta. Pero, ¿y las siguientes veinticuatro horas? ¿Qué pasa si ese primer día se convierte en dos? ¿Y las semanas en meses? ¿Qué ocurre cuando ha pasado el peligro inmediato, cuando desconectan las máquinas y los médicos y las enfermeras ya no están? En la operación, te salvan, pero es en el postoperatorio cuando te curas, pero, ¿y si no te curas?
El objetivo de cualquier operación es la recuperación, salir mejor de lo que has entrado. Algunos pacientes se curan rápido y sienten un alivio inmediato. Para otros la curación llega paulatinamente y tienen que pasar meses o años para que se den cuenta de que no les duele. El reto tras cualquier operación es tener paciencia. Pero si consigues superar los primeros meses, si crees que la curación es posible, puedas recuperar tu vida, aunque es mucho suponer."
Meredith Grey.

Capítulo 11. Desarma.
"Hasta cierto punto la medicina es una ciencia. Los médicos que ven la medicina sólo como una ciencia no te convienen cuando tengas una hemorragia o cuando tu hijo grite de dolor. Los clínicos se guían por las normas, los artistas por su instinto. Los artistas sienten tu dolor y se desviven por detenerlo. En las medidas extremas, acaba la ciencia y empieza el arte. 
La cirugía es extrema: te abrimos el cuerpo, le sacamos partes y volvemos a meter lo que queda. Está bien que la vida no venga con un bisturí, porque si así fuera y nos doliera algo, cortaríamos, y cortaríamos, y cortaríamos. La cuestión es que lo que quitamos con un bisturí ya no vuelve. Así que, como decía, eso es  bueno."
Meredith Grey.

Capítulo 12. Ayúdame a empezar.
"La gente es muy romántica al comienzo de las cosas: empezar otra vez, borrón y cuenta nueva, un mundo de posibilidades. Pero sea cual sea la nueva aventura en la que te embarques, sigues siendo tú. Vuelves a todos los comienzos de tu vida. ¿Tan distinto va a ser? 
Es lo que queremos todos: borrón y cuenta nueva, un nuevo comienzo. Como si eso lo hiciera más fácil. Preguntadle al que empuja la roca ladera arriba. Empezar de cero no es fácil. En absoluto."
Meredith Grey.

Capítulo 13. No me engañes (Por favor, no te vayas).
"Los médicos engañamos constantemente, respondemos con vaguedad a preguntas difíciles, no decimos que el postoperatorio duele, decimos 'notará alguna molestia'. Si no has muerto te decimos que la operación salió bien, pero el placebo es el mayor engaño del médico. A la mitad, les contamos la verdad, con la otra mitad, rezamos para que el placebo parezca real. Y nos convencemos de que se sentirán mejor, creyendo que van a ayudarles, cuando, en realidad, les dejamos morir. 
Los médicos engañamos a diario: a nuestros pacientes, a sus familias. Sobre todo nos engañamos a nosotros mismos, y, por eso, tardamos un tiempo en darnos cuenta de que hemos tenido la verdad frente a nosotros."
Meredith Grey.

Capítulo 14. Bella jovencita.
"Una de las lecciones más duras para un médico es aprender a establecer prioridades. Nos enseñan a salvar vidas a cualquier precio: si el precio exige tomar medidas drásticas, nos enseñan a decidir sin que nos tiemble el pulso. No es una lección fácil de aprender, y siempre se reduce a una pregunta:'¿Cuál es el riesgo?'. ¿Qué podemos ganar o perder? Somos jugadores que intentan no apostarlo todo a una carta. 
La cirugía es un juego de alto riesgo. Pero, por muy altas que sean las apuestas, tarde o temprano, debes dejarte llevar por tu instinto y quizá, sólo quizá, volverás adonde te correspondía desde el principio."
Meredith Grey.

Capítulo 15. Hora de oro.
"¿Qué te da tiempo a hacer en una hora? Un recado quizá, esperar en un atasco, cambiar el aceite. Si lo piensas, una hora no es mucho. Sesenta minutos, tres mil seiscientos segundos. En medicina, sin embargo, muchas veces una hora lo es todo. La llamamos la hora de oro. Es el lapso de tiempo mágico que puede decidir si un paciente vive o muere.
Una hora, una hora puede cambiarlo todo, para siempre. Una hora puede salvarte la vida. Una hora puede hacerte cambiar de opinión. A veces, una hora es un regalo que nos hacemos. Para algunos, una hora puede no ser nada. Para otros, una hora supone una gran diferencia. Pero, a fin de cuentas, sigue siendo una hora. Una de tantas, de tantas más por llegar. Sesenta minutos, tres mil seiscientos minutos, sólo eso. Y vuelta a empezar. Y quién sabe qué nos deparará la próxima."
Meredith Grey.

Capítulo 16. No responsable.
"Todos creen que los médicos son las personas más responsables que conocen. Tienen vidas en sus manos, son de fiar, no les pasan inadvertidos los detalles ni toman decisiones erróneas, porque eso sería malo, ¿no? 
Somos responsables con nuestros pacientes. El problema es que la responsabilidad se nos agota en el trabajo, y en nuestras vidas no pensamos bien las cosas, no tomamos la mejor decisión, ya lo hacemos en el hospital. Cuando se trata de nosotros, no nos queda nada. Y, ¿merece la pena ser responsable? Porque si te tomas tus vitaminas, y pagas tus impuestos, y no te cuelas en las colas, el universo sigue dándote gente a la que querer y luego deja que se te escapen otra vez. ¿Y qué te queda? Vitaminas y nada."
Meredith Grey.

Capítulo 17. Así es como lo hacemos.
"Renegados, infractores, gánsteres con bisturí: así nos gusta vernos. Nos hace sentir peligrosos, sexis. El problema es que no es del todo cierto. En el fondo, somos legales, no nos saltamos el protocolo, lo cumplimos a raja tabla. Porque, si no seguimos el protocolo, nuestros pacientes mueren y ya no somos peligrosos, sino un peligro.
Es el dilema de todo médico: apostar a lo seguro y seguir el protocolo, o asumir los riesgos e inventarse otro. Arriesgarse puede tener su recompensa, pero también su castigo. Aun así hay que tirarse a la piscina de vez en cuando, apostar fuerte. Y cuando obtienes lo que querías, no hay mejor sensación en el mundo. Pero cuando no..."
Meredith Grey.

Capítulo 18. La canción tras la canción.
"El cerebro es el órgano más misterioso del cuerpo: aprende, cambia, se adapta, nos dice lo que vemos, lo que oímos, nos permite sentir amor, creo que sostiene nuestra alma. Por mucho que se investigue, nadie sabe a ciencia cierta cómo funciona esa delicada materia gris dentro de nuestro cráneo. Y cuando sufre daños, cuando el cerebro sufre un traumatismo, entonces, es más misterioso aún."
Caliophe 'Callie' Torres.

Capítulo 19. Un largo camino de vuelta.
"Tras sufrir un trauma, tu cuerpo está muy vulnerable, el período de respuesta es crítico, te encuentras rodeado de gente: médicos, enfermeras, especialistas, técnicos... La cirugía es un deporte de equipo: todos quieren llegar a la meta y recomponerte. Pero la cirugía es un trauma por sí sola, y cuando ha acabado, empieza la curación. Lo llamamos recuperación. La recuperación no es un deporte de equipo, es una carrera de fondo: es larga, es agotadora, y solitaria.
El tiempo de recuperación depende de la gravedad de las lesiones, y no siempre acaba bien, por mucho que nos esforcemos, algunas heridas no cicatrizan. Podrías tener que adaptarte a una nueva vida. Quizá el cambio ha sido muy radical para volver a su ser. Puede que ni te reconozcas, es como si no te hubieras recuperado de nada, eres una persona nueva con una vida nueva."
Meredith Grey.

Capítulo 20. De blanco.
"Gérmenes, enfermedades, toxinas... Nuestros cuerpos se topan con amenazas constantes, bajo la superficie, escondidas. Aunque no te des cuenta, tu cuerpo está protegiéndose continuamente. Cada vez que parpadeas estás limpiando miles de microbios indeseados. Si respiras demasiado polen, estornudarás. El cuerpo sabe cuándo se ha topado con algo que no le pertenece. El cuerpo detecta al invasor, libera sus leucocitos, y ataca.
Justo cuando creemos que lo tenemos todo claro, el universo nos desafía. Tenemos que improvisar. Encontramos la felicidad en lugares inesperados, nos damos cuenta de las cosas que nos importan. El universo es así de extraño. A veces, sabe ponernos exactamente donde tenemos que estar."
Meredith Grey.

Capítulo 21. Sobreviviré.
"Todos conocemos la expresión, es una de esas cosas que aprendemos en la clase de Ciencias: 'Adaptarse o morir'. Pero adaptarse no es fácil, hay que adaptarse a la competencia, esquivar sus ataques y, a veces, debes matar. Haces lo necesario para sobrevivir
Adaptarse o morir. Por muchas veces que lo hayas oído, la lección sigue siendo difícil. El problema es que somos humanos. Queremos más que sólo sobrevivir. Queremos amor, queremos éxito, queremos ser lo mejor que podamos ser. Peleamos con uñas y dientes para conseguirlo, y lo demás nos parece la muerte."
Meredith Grey.

Capítulo 22. Menor sin acompañante.
"Yo siempre decía que sería más feliz sola: tendría mi trabajo, a mis amigos... Pero, ¿un compañero para siempre? Demasiadas complicaciones. Al parecer, lo superé.
Hay una razón por la que dije que sería feliz sola. No fue porque creyera que sería feliz sola, sino porque creía que si amaba a alguien y salía mal, no lo superaría. Es más fácil estar solo. Porque, ¿y si te das cuenta de que necesitas amor y no lo tienes? ¿Y si te gusta y dependes de él? ¿Y si construyes tu vida en torno a él y luego todo se desmorona? ¿Se puede sobrevivir a ese dolor? Perder el amor es como sufrir daños en un órgano, es como morir. La única diferencia es que la muerte acaba, esto puede continuar para siempre."
Meredith Grey.